Londres - La ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, acusó ayer al jefe del Ejecutivo británico, Boris Johnson, de actuar de manera “temeraria” en su gestión del Brexit y de “inventar” sus planes “sobre la marcha”, a dos meses para la salida del país de la Unión Europea.

La líder del Partido Nacionalista Escocés (SNP) aludió a unas declaraciones del dirigente conservador en la cumbre del G7 en Biarritz en las que éste admite que lograr un acuerdo con el bloque comunitario antes del 31 de octubre -el plazo fijado para la salida- es ahora “incierto”. Sturgeon opinó, en declaraciones a medios locales, que el primer ministro “está comportándose de una manera descuidada, sin preocuparse de nada, temeraria” con relación al divorcio entre Londres y Bruselas.

“Ha pasado, en unas semanas, de decir que la posibilidad de un Brexit sin acuerdo, en su opinión, era de una entre un millón, a decir ahora que la posibilidad de un acuerdo es incierta, lo que me hace pensar que se lo inventa sobre la marcha”, afirmó la política.

Sturgeon agregó que el comportamiento de Johnson “no es aceptable”, pues sus consecuencias son “graves” para la economía, la sociedad y las vidas y estándares de los ciudadanos del Reino Unido. “La Cámara de los Comunes regresará (tras el receso estival) la próxima semana y los diputados del SNP trabajarán duro con otros partidos para hallar el camino necesario a fin de frenar un ‘brexit’ sin acuerdo, porque esto sería catastrófico”, aseguró.

Recordó que Escocia “no votó a favor del Brexit en ninguna de sus formas”, pero la posibilidad de no alcanzar un acuerdo con la UE sería “particularmente dañina”.

En una entrevista con la cadena BBC, Boris Johnson dijo este domingo que lograr un acuerdo es aún “incierto” y remarcó que lo importante es estar preparado para la posibilidad de que no se consiga. También señaló en un encuentro bilateral ese mismo día con el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, que “la cercanía de Reino Unido” a sus “amigos europeos continuará más allá del 31 de octubre, pase lo que pase”.

En este sentido, la Comisión Europea (CE) insistió ayer en que es “esencial” que el Reino Unido honre los compromisos financieros que hizo como Estado miembro a través de la “factura” del Brexit para empezar “con buen pie” la nueva relación, tras su salida del bloque comunitario. Y es que Boris Johnson amenaza con retener parte de esos 39.000 millones de libras (alrededor de 43.000 millones de euros al cambio actual), si la Unión Europea UE) no realiza concesiones favorables a Londres en el acuerdo del Brexit, que se mantiene bloqueado a la espera de una solución para la salvaguardia irlandesa.

Por contra, Bruselas considera que hay tres capítulos claves que deben quedar sellados antes de emprender cualquier negociación sobre la futura relación entre la UE y el Reino Unido: los derechos de los ciudadanos británicos en el continente y viceversa, la factura del divorcio y una solución factible para evitar una frontera dura en la isla de Irlanda. - Efe