Roma - El barco Alan Kurdi de la ONG alemana Sea-Eye rescató ayer a 40 migrantes en el Mediterráneo central a unas 30 millas de la costa de Libia, confirmaron fuentes de la organización. Entre los rescatados hay dos mujeres, una de las cuales está embarazada, un bebé y dos niños pequeños, añadió la ONG que desde hace un par de días se encontraba en la zona. Los migrantes dijeron que habían salido de la ciudad libia de Tagiura, al este de Trípoli, durante la noche y que provienen de Nigeria, Costa de Marfil, Ghana, Malí, Congo y Camerún.

El barco pedirá ahora a las autoridades que se les indique un puerto para desembarcar y el más cercano es el de la isla italiana de Lampedusa. Pero como en otras ocasiones se prevé un nuevo pulso con el Gobierno italiano y el ministro del Interior, Matteo Salvini, que impedirá el desembarco. En el último rescate de Sea Watch del pasado 7 de julio, al final fue Malta quien autorizó la llegada de los 65 migrantes rescatados en aquella ocasión tras haber llegado a un acuerdo de reubicación con otros países europeos. Sin embargo, Malta no dejó atracar al Alan Kurdi y transbordó a los migrantes a naves de las Fuerzas Armadas maltesas.

Salvini ya confirmó en un tuit del 29 de julio que el Alan Kurdi estaría “fuera de Italia” y criticó la iniciativa de la ONG de recoger fondos explicando que cuesta 14 euros recorrer una milla marítima. Este nuevo rescate se produce mientras la patrullera Gregoretti de la Guardia Costera italiana esperaba atracada en el puerto de Augusta, en Sicilia, con 116 migrantes a bordo, la autorización por parte de Salvini.

Acuerdo con cinco países El ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, anunció que desembarcarán en el puerto de Augusta en Sicilia los 116 migrantes de la patrullera de la Guardia Costera, después de haber llegado a un acuerdo para que sean trasladados a Alemania, Francia, Irlanda, Luxemburgo y Portugal.

Otro grupo de los migrantes rescatados el pasado jueves se quedarán en Italia en lugares gestionados por la Iglesia católica, explicó Salvini en un vídeo en Facebook. La patrullera Gregoretti acogía desde la semana pasada a 135 inmigrantes que zarparon desde Libia el pasado 25 de julio a bordo de dos pateras y otros 50 que fueron asistidos por un pesquero italiano.

En estos últimos días fueron evacuados una madre en el octavo mes de gestación, su marido y sus dos hijos pequeños y posteriormente algunos migrantes menores de edad no acompañados. La Fiscalía de Siracusa abrió una investigación sobre la situación del barco y ordenó una inspección médica.

Según declaró el fiscal de Siracusa, Fabio Scavone, a los medios italianos, las condiciones en el barco eran muy delicadas, con solo un baño para las 116 personas a bordo, y además se registraron 29 personas con varias enfermedades, entre ellas la sarna y un presunto caso de tuberculosis.

Scavone había aconsejado el inmediato desembarco de los migrantes enfermos para impedir posibles epidemias. La prohibición de atracar a un barco italiano ya se ha producido en otras ocasiones debido al bloqueo de Salvini a los barcos con inmigrantes a bordo. - Efe