Teherán - El Gobierno iraní aseguró ayer que no busca una confrontación con otros países y que su misión es garantizar la seguridad en el estrecho de Ormuz, por lo que consideró innecesario enviar buques de una coalición extranjera para proteger la región.

Debido al aumento de la inestabilidad en la zona, tanto Estados Unidos como el Reino Unido han llamado a formar una misión naval para escoltar a los barcos, especialmente tras la captura por Irán del petrolero británico Stena Impero.

“Una misión marítima europea” propuso el lunes el ministro británico de Exteriores, Jeremy Hunt, quien advirtió de que “si Irán continúa por esta senda peligrosa, deberá aceptar el precio de una mayor presencia occidental en las aguas de su litoral”. En respuesta, el presidente iraní, Hasan Rohaní, subrayó que Irán es “el guardián de la seguridad y la libertad de navegación” en el golfo Pérsico, el estrecho de Ormuz y el mar de Omán.

También insistió en que la República Islámica “no tiene la intención de aumentar las tensiones en la región con otros países, y nunca iniciará una guerra”.

En la misma línea, el jefe de la diplomacia, Mohamad Yavad Zarif, dijo al británico Boris Johnson, que será proclamado hoy primer ministro, que “Irán no busca la confrontación”, pero protegerá sus aguas y sus 1.500 millas de costa en el golfo Pérsico.

La idea de una mayor presencia occidental en el golfo Pérsico, donde ya circulan numerosos buques militares y donde EE.UU. ha aumentado su despliegue, preocupa a Irán y puede agravar la actual crisis. Según el primer vicepresidente iraní, Eshaq Yahanguirí, estas coaliciones extranjeras perjudican la seguridad regional, que puede ser garantizada por Irán y los otros países litorales.

“No hay necesidad de formar una coalición para proteger la región”, apostilló, al tiempo que hizo hincapié en que para que el golfo Pérsico sea seguro deben cesar las presiones contra Irán.

Estas presiones son principalmente las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos a Irán tras su retirada unilateral del acuerdo nuclear de 2015 y el refuerzo de su despliegue militar en la región. Sin embargo, el presidente estadounidense, Donald Trump, echó por tierra el lunes esta opción al afirmar que cada vez ve “más difícil” alcanzar un acuerdo con Irán que posibilite rebajar la escalada de tensión entre ambos países.

Incidentes Teherán y Washington ya han protagonizado un par de incidentes directos en el estrecho de Ormuz. El pasado junio, la Guardia Revolucionaria derribó un dron estadounidense que, según sus datos, violó el espacio aéreo iraní. En respuesta, el jueves pasado, la Armada estadounidense anunció que había abatido un avión no tripulado iraní, aunque Teherán negó haber perdido ningún dron destinado a misiones de reconocimiento.

La autoridades iraníes están usando cada vez más aviones no tripulados de fabricación local para vigilar la zona, lo que inquieta a la administración estadounidense.