TOKIO. El nuevo emperador de Japón, Naruhito, rindió ayer homenaje al legado pacifista y de cercanía al pueblo de su predecesor, Akihito, y prometió mantenerse en este camino durante su primer discurso pronunciado al heredar el Trono de Crisantemo. “Al acceder al trono, juro que tendré en profunda consideración el curso seguido por su majestad el emperador emérito (Akihito)”, dijo Naruhito, quien también se comprometió a “actuar de acuerdo con la Constitución” y a “tener siempre presente en sus pensamientos al pueblo y a respaldarlo”.

Fueron las primeras y esperadas palabras que pronunció el nuevo emperador de Japón durante una solemne audiencia celebrada en el Palacio Imperial de Tokio ante 266 invitados, entre ellos representantes políticos e institucionales y miembros de la familia imperial. Esta breve audiencia fue el segundo acto oficial celebrado ayer para marcar su ascensión al trono, tras la ceremonia de carácter ritual en la que heredó una réplica de la legendaria espada Kusanagi y otra de una joya de jade, así como los sellos imperiales, objetos que simbolizan el poder del emperador.

De este modo Naruhito se convirtió oficialmente en el emperador número 126 de la historia nipona, después de formalizarse en la víspera la abdicación de Akihito, quien se despidió de su cargo dando las gracias al pueblo “por aceptarle y por apoyarle” en sus funciones.

el heredero Con la llegada al trono de Naruhito, su hermano menor, el príncipe Fumihito, se convierte en heredero, ya que el nuevo emperador no tiene hijos varones y Japón nunca ha cambiado sus leyes para permitir el ascenso imperial de una mujer. Desde 1889, la Ley de la Casa Imperial que regula la sucesión de los emperadores prohíbe a las integrantes femeninas de esta milenaria familia acceder al Trono del Crisantemo, la institución imperial reinante más vieja del mundo.

Las mujeres nacidas en el seno imperial están obligadas a abandonarlo una vez casadas, como es el caso de la hermana menor de Naruhito y Fumihito, Sayako Kuroda, que no figura en el árbol genealógico desde su matrimonio con un plebeyo en 2005. La única hija del desde ayer emperador, Naruhito, y la emperatriz Masako es la princesa Aiko, de 17 años, que sería la siguiente en la línea de sucesión si no fuera por esta normativa que prohíbe a las mujeres reinar.