L matrimonio formado por Gloria Zubia y Luis Arregi es una pareja casi desconocida hoy, pero que tuvo un gran protagonismo durante la guerra militar del 36, el franquismo y última democracia. Ella, de Durango, fue una integrante destacada de Emakume Abertzale Batza con origen anterior en el carlismo, y él, de Irun, el último superviviente del Bizkai Buru Batzar del PNV de 1936. Este último presidió una reunión de urgencia en la villa durangarra en la que el Partido Nacionalista Vasco optó por posicionarse al lado de la legítima Segunda República -bando democrático- tras el golpe de Estado militar español de julio de 1936.

El 9 de octubre se cumplirán 90 años de la constitución en Durango de la asociación de mujeres patriotas Emakume Abertzale Batza (EAB), fundada en abril de 1922. El libro Nacionalismo vasco en Durango. El tomo es obra de Román Berriozabal. Sabino Arana Fundazioa publicó este trabajo de investigación en 1996. La enciclopedia Auñamendi ilustra que EAB, "después de la guerra de 1936, desaparece del territorio vasco para actuar únicamente fuera del país".

Berriozabal, exdirigente del PNV natural de Elorrio y residente en Araba, escribe que, aun cuando la presencia de las mujeres en actividades nacionalistas fue anterior a la fecha de 1931, la primera noticia relativa a la existencia de Emakume Abertzale Batza en Durango es del 9 de octubre de 1931, según publicaba el diario Euzkadi. El periódico daba cuenta de la celebración próxima de una reunión extraordinaria donde las adheridas de EAB, tras discutir ampliamente el correspondiente proyecto de reglamento, procederían a su aprobación. Igualmente habrían de nombrar una comisión que se encargara de tramitar la constitución legal de dicha entidad abertzale. Dichas adheridas, según el diario nacionalista, "venían a ser en torno a una centena".

Entre ellas, apellidos como Alzola, Areitio, Bustintza, Elgezabal, Esturo, Garai, Garamendi, Iruretagoiena, Muguruza, Oleaga, Ortueta, Rementeria, Unzalu o Zamalloa. También Ansorena, Bergara, Eirz, Gallastegi, Larrañaga, Olabarria, Solano o Uriguen. Al objeto de llevar a cabo sus propósitos, así como sufragar los gastos, Berriozabal informa de que "procedieron a abrir una suscripción". Con fecha del 9 de octubre de 1931, habían entregado alguna cantidad, haciendo "un total de 635,50 pesetas entre las emakumes" arriba mencionadas.

Semanas más tarde, las afiliadas y simpatizantes de EAB fueron convocadas a la misa que en sufragio del joven bilbaino José Etxebarria -"fallecido a consecuencia de una agresión recibida"- se oficiaría en San Pedro de Tabira el 1 de noviembre.

En el seno de esta asociación fue tomando fuerza la figura de una joven llamada Gloria Zubia. "Era una conocida afiliada carlista, que pasó a las filas del nacionalismo vasco, en las que militió de forma activa", pormenoriza Berriozabal, y evoca que "participó como oradora en numerosos mítines".

Zubia trabajó en el terreno de la infancia, el teatro, la oratoria en mítines y el euskera. Fue andereño en la primera ikastola del Batzoki Tabiratarra y directora del cuadro de pospoliñas del municipio. Cuando, en 1933, el PNV abrió la militancia a las mujeres, se afilió al partido formando parte del cuadro de oradoras. "Se distinguió por la pasión de sus alocuciones, en las que solía aludir al error en el que había vivido hasta su descubrimiento del nacionalismo", analiza Ainhoa Arozamena. Ese mismo año visitó Lourdes y Roma junto a la peregrinación de Juventud Vasca. Desde 1935, formó Parte de la Junta Municipal de Durango, con responsabilidades durante la guerra militar, hasta la retirada a Bilbao. Fue superviviente de los bombardeos de Durango del 31 de marzo y en los días posteriores de abril.

Zubia buscó el exilió en Lapurdi en 1937 y, al volver a su tierra en 1941, su marido Luis Arregi Garaigordobil fue internado en campos de trabajo y ella desterrada a Iruñea durante cinco años. A la caída de la red Álava -red de resistencia dirigida por el posteriormente fusilado Luis Álava Sautu-, sirvió de enlace con las cárceles. Murió el 19 de agosto de 1987 en Alicante. Berriozabal apostilla que hizo historia en la localidad del sureste vizcaino al convertirse en la primera mujer en acceder como miembro nato a la Junta Municipal del PNV de Durango.

golpe

Tras aquella misa del 1 de noviembre, Encarnación Areitio Gardoy era la presidenta de EAB en Durango. "Mayor de edad, soltera y vecina de la villa", solicitó autorización municipal para repartir el programa de fiesta bilingüe que Emakume Abertzale Batza había programado con motivo de la "bendición de su correspondiente bandera el domingo 22 de noviembre de 1931". El lema de la jornada fue (sic): "¡Emakumes! ¡Patriotas! Todos del domingo a Durango".

El diario Euzkadi publicó "la brillantez de los actos" que fue agrandada por la "esplendidez del tiempo" y por el gran contingente de nacionalistas vascos que se desplazaron a la "villa tabiratarra". Dejaron publicadas las siguientes líneas. "Cuando salimos del hotel para dirigirnos al Batzoki, la plaza era un hervidero de gente. Los trenes de Gipuzkoa habían volcado de Eibar, Placencia, Bergara y Mondragón cientos de patriotas. De Elorrio, Abadiano, Zaldibar, Ermua, Amorebieta, Otxandio y otros pueblos, particularmente de Bilbao y Algorta, vimos también lucidas representaciones sin olvidar a Lekeitio, que envió los más granado de sus emakumes. Y en el Batzoki era imposible dar un paso. ¡Señores! ¿Que las emakumes tienen tanto atractivo? Ya se ve que sí". "Fue un éxito sin precedentes". La jornada con numerosos actos finalizó con el canto de Euzko Abendaren Ereserkia.

Un lustro más tarde estalló la guerra militar tras el golpe de estado. El marido de la emakume Gloria Zubia era Luis Arregui, natural de Irun, aunque su padre era originario del barrio zornotzarra de Bernagoitia. Fue él quien en una entrevista concedida al periodista Iñigo Camino en Alderdi confirmó que el 18 de julio de 1936 recibió la visita en su hogar de Durango de otros tres miembros del BBB del PNV como fueron Juan de Ajuriaguerra, Carlos Solano y "otro que no recuerdo". «Creíamos que no había sido nada, tan solo un fuerte amago que se paralizaría pronto. Desde nuestra casa dimos las órdenes. No hubo ninguna duda en apoyar a la República", evocaba. Proseguía: "Después, en Sabin-Etxia se efectuaron varias consultas con dirigentes del partido y elementos religiosos. Tan solo el jesuita, padre Goenetxea, propuso aceptar las armas republicanas y luego unirse a la sublevación. Ajuriaguerra le escuchó pero no le respondió nada. Por nuestra parte no había dudas y en la reunión del EBB en Zumarraga estuvimos también de acuerdo".

Arregi fue parte del BBB del PNV durante la guerra. El durangués afirmaba que la fórmula del juramento del lehendakari Aguirre no fue obra de Juan de Ajuriaguerra. A su juicio, la redactó el exdiputado Manu de Egileor, "hombre de gran sensibilidad para este tipo de redacciones especiales".