Un informe del departamento de Salud de la Generalitat prevé dos escenarios del desarrollo del Covid-19 en Cataluña: el más optimista sitúa el pico el 24 de abril con 70.000 infectados y que acabaría con un total de 7.600 muertes por la enfermedad, y el más pesimista de los escenarios anuncia esta punta el 28 de abril con 121.000 enfermos y la curva acabaría con unos 13.000 fallecidos.

Según Salud, a favor de la opción más optimista jugaría el hecho de haber puesto en marcha las medidas de confinamiento diez días antes que en Italia, lo que tendría un efecto positivo en la evolución de la denominada "curva" de casos.

Fuentes del departamento de Salud han explicado que estas predicciones se plantean para preparar al sistema "por si acaso", pero que el más pesimista "es un escenario de máximos".

Se da la circunstancia de que el propio presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha alertado este miércoles de que "a finales de abril" puede llegarse al pico de contagios por coronavirus en Cataluña y que la estabilización a la baja de la curva puede retrasarse hasta junio si no se toman ya medidas más drásticas, como el "confinamiento total".

Los pacientes con coronavirus ya ocupan un 76 % de las camas de Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) de los hospitales catalanes, según el informe, aunque en algunos centros ese porcentaje supera el 90 % y en otros incluso el 100 %, como el hospital Sant Pau i Santa Tecla, de Tarragona.

El confinamiento ha servido, según el informe interno de la Generalitat, para disminuir las visitas a urgencias en un 50 %, y también se ha reducido el uso de los centros de atención primaria, pasando de las más de 113.000 visitas el día 9 de marzo (lunes antes del confinamiento) a las 48.400 el día 23 (también lunes, ya en la segunda semana de confinamiento).

El documento señala que estas predicciones están condicionadas por la evolución de los próximos días de la pandemia en Cataluña.

Intervienen una residencia en Valls

Por otro lado, la Conselleria de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias ha intervenido este miércoles una residencia asistida de ancianos de Valls (Tarragona) por "su situación crítica" tras la detección de distintos casos de coronavirus.El departamento ha informado en un comunicado de que el centro --hasta ahora gestionado por una entidad privada-- pasará a estar administrado por la fundación pública municipal Vilaniu, y ha designado un funcionario para "supervisar y coordinar las medidas adoptadas y garantizar su actividad".

Los informes del responsable del centro y de los servicios de inspección del departamento han determinado que la residencia presenta "una situación excepcional por la falta de trabajadores que le impide prestar un servicio adecuado".