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Regente de 'El Pub Ocho' de Barakaldo

Roberto González: "Nos toca hacer de policías en los bares"

Las nuevas medidas de restricción marcan un futuro incierto para los locales de ocio nocturno

Roberto González: "Nos toca hacer de policías en los bares"José Mari Martínez

AS nuevas medidas de seguridad en el ámbito del ocio nocturno que anunció el lunes la consejera de Salud, Nekane Murga, son acogidas con preocupación por parte de los propietarios y empleados de los establecimientos del sector. Más allá de las discotecas, son muchas las localidades que cuentan con zonas de ocio nocturno. El Pub Ocho se encuentra en la calle Zaballa de Barakaldo, la principal zona de ambiente de la localidad fabril. El regente del local, Roberto González, aunque define las medidas como necesarias, cree que serán negativas para su negocio: "Seguro que estas medidas son positivas de cara a la crisis sanitaria, aunque bajo el punto de vista económico será un fuerte revés. Las copas dan dinero y si cerramos antes, lo vamos a notar". Para afrontar el impacto económico, González destaca la necesidad de buscar soluciones, como plantear a los propietarios del local la opción de reducir el importe del alquiler.

En referencia al límite de aforo y la imposibilidad de beber de pie fuera del local, el responsable del Pub Ocho lamenta que a partir de ahora tendrán un doble trabajo, ya que, además de hosteleros, también tendrán que hacer labores de policías: "A ver cómo nos apañamos para sentar en la terraza a alguien que vaya con unas copas de más". Asimismo, González cree que será "difícil" controlar el cumplimiento de todas las medidas, aunque cree necesario respetar las leyes: "Esta es la calle principal de Barakaldo para salir a tomar copas y se junta mucha gente, así que por el bien de todos esperamos que haya bastante presencia policial".

El bar Los Jamones, que también se encuentra en la misma calle, permanece abierto durante todo el día y aunque la normativa permite estar de pie tomando algo hasta medianoche, Vanessa Rodríguez, camarera del local, señala que "para evitar aglomeraciones, no permitimos estar de pie fuera del local en ningún momento del día".

Vanessa Rodríguez a punto de desinfectar una mesa. Foto: José Mari Martínez

En Bilbao, el bar Ziripot, ubicado en el corazón de Licenciado Poza, siente que tanto la pandemia como las medidas restrictivas afectan al negocio. Kerman Zorroza, encargado del local, explica que notan "menos gente de la habitual, menos turismo y, sobre todo, más miedo en los clientes de edad avanzada, más susceptibles al virus". No hay duda de que el coronavirus afecta mucho a la hostelería vasca. Además, las medidas preventivas estrechan el abanico de posibilidades para estos negocios que necesitan un fuerte impulso económico.

Kerman Zorroza, gerente del Ziripot, posa junto con su compañera en la barra del bar. Foto: Oskar M. Bernal

Sin embargo, tienen una cosa clara: no sacrificarán ni la seguridad ni la salud por el negocio. "Las nuevas medidas nos van a afectar, pero teniendo en cuenta que la hostelería es uno de los problemas que puede hacer que el coronavirus vuelva a estar presente, cualquier medida para el futuro es buena", comenta el gerente del Ziripot.

Otra gran preocupación es la de los puestos de trabajo, ya que, según Zorroza, el trabajo escasea y esto les "afecta, sobre todo, en el tema de los ERTE, porque ahora mismo no hay trabajo para todos. Esto es los que más nos inquieta". De hecho, en cuanto a las restricciones en los horarios, el gerente del Ziripot sentencia que "el recorte en los horarios causará dificultades para subsistir. Va a ser un problema importante".

Un futuro incierto

Todo apuntaba a que en otoño la situación empeoraría. Sin embargo, el agravamiento de la situación ha adelantado. Zorroza intenta afrontar el futuro con optimismo: "No sabemos qué va a pasar, pero lo vital para nosotros es que no volvamos a confinarnos". Según señala el responsable del Pub Ocho, "nos adaptaremos a las medidas de seguridad, pero es vital para nosotros poder abrir y trabajar, aunque sea al 50 o al 70%, pero por lo menos poder abrir".

En el Ziripot saben que los próximos meses serán complicados, a la par que decisivos, para la supervivencia de su establecimiento y de otros locales hosteleros de Bilbao. Por ello, Zorroza cuenta que su misión para lo que queda de año es intentar "aguantar y seguir trabajando todo lo que se pueda dentro de la normativa, intentando hacerlo lo mejor posible dentro de nuestras capacidades". Punto clave para determinar si la restauración local aguanta el desgarrador golpe de la pandemia o si se verá derrotada.

"Bajo el punto de vista económico, estas medidas serán un fuerte revés; las copas dan dinero y si cerramos antes, lo vamos a notar"

Regente del Pub Ocho

"Para evitar aglomeraciones, nosotros no permitimos estar de pie fuera del local en ningún momento del día"

Camarera de Los Jamones

"Teniendo en cuenta que la hostelería puede hacer que el coronavirus vuelva, cualquier medida preventiva para el futuro es buena para nosotros"

Gerente del Ziripot