El Gobierno vasco ha prorrogado "hasta nuevo aviso" la suspensión de la actividad lectiva presencial. La Universidad del País Vasco (UPV-EHU) mantiene por el momento los plazos acordados para la vuelta del alumnado a las clases presenciales, fijada para el viernes 27 de marzo, aunque la reincorporación se produciría el lunes 30. En principio, el Departamento de Educación ha adoptado esta medida para zanjar el "desorden de fechas" previsto para la vuelta a las clases debido al cierre escalonado de las aulas que se ha ido decretando en Euskadi, como barrera de contención al contagio del coronavirus.

El 9 de marzo se ordenó clausurar las aulas por espacio de 15 días (hasta el 23 de marzo) en todos los centros educativos de Gasteiz horas después de detectarse dos casos positivos de Covid-19 en un colegio público de la ciudad, cuarentena que se extendió a Labastida y Laguardia. El día 11, la restricción se amplió a todos los centros de Araba -donde 12 menores estaban contagiados- y a Balmaseda, después de que una trabajadora de una ikastola diera positivo tras contagiarse en la Escuela Oficial de Idiomas de Zalla. Un día más tarde, la escalada de contagios en Euskadi obligó al Gobierno vasco a decretar el cierre de todas las aulas dos semanas, hasta el día 30.

Se trata de un decalaje de fechas de apenas una semana, pero la curva del coronavirus en Euskadi y las estimaciones sobre su evolución hacen difícil prever cuándo se podrá poner fin al aislamiento impuesto por el Estado de Alarma. En cualquier caso, el fin a la suspensión de las clases presenciales no se producirá antes del lunes 23 de marzo, el primero de los plazos previstos para levantar la cuarentena del alumnado de Gasteiz, Laguardia y Labastida. El Departamento de Educación no quiere hablar de fechas. No obstante, las autoridades educativas del Estado no descartan que el cierre de las aulas se pueda prorrogar un mes y medio. Así quedó de manifiesto en la reunión telemática que el martes mantuvieron el Ministerio, las comunidades autónonas y las universidades en la que se acordó el aplazamiento de la selectividad, que en Euskadi estaba prevista los días 10, 11 y 12 de junio.

La red concertada no cobrará ciertas cuotas

De cumplirse el peor de los escenarios sería prácticamente imposible retomar la actividad lectiva presencial a no ser que se decida ampliar el curso porque las clases ordinarias en 2º de Bachillerato concluyen el 19 de mayo en Euskadi. Todo son especulaciones, tanto la fecha definitiva en la que se hará la evaluación de acceso a la universidad, como el final del cierre de los centros educativos. Hasta el momento, el Gabinete que dirige Critina Uriarte ha ido actuando día a día, siguiendo las instrucciones del Departamento de Salud y habilitando después las medidas necesarias para seguir conteniendo la propagación del virus entre la población escolar, como la educación a distancia, un modelo que cada centro aplica de forma autónoma.

En paralelo el Departamento ha ido adoptando otras disposiciones para paliar ciertos efectos provocados por esta situación excepcional, desde el teletrabajo o la suspensión de las evaluaciones de diagnóstico a la exención del pago del comedor a las familias cuyos hijos e hijas estudian en la red pública. A este respecto Kristau Eskola (KE), asociación que integra 128 colegios religiosos y 90.000 familias, aclaró ayer que no cobrará por los servicios que no está prestando, como comedores, transporte y actividades escolares, pero sí las cuotas de enseñanza, dado que sus centros imparten clases a su alumnado a través de internet.

Kristau Eskola se suma así al criterio de Ikastolen Elkartea, que asocia a 65 centros con 45.000 alumnos, y que el martes anunció que "en la medida" en que "no puedan prestar" servicios como el ciclo 0-3 años, el comedor, el transporte y extraescolares, "tampoco podrán cobrar cuotas" por los mismos. No obstante, fuentes de Kristau Eskola apelan a "la solidaridad" hacia el personal que prestan los servicios complementarios para "tratar de compensar entre todos las pérdidas" que la falta de actividad les vaya a generar y propone a las familias pagar "parte de la cuota" de los mismos y a las ikastolas "hacerse cargo de la otra parte".