el euroescéptico Partido de la Independencia del Reino Unido, comúnmente conocido como UKIP, consiguió casi cuatro millones de votos en la elecciones del pasado 7 de mayo, pero debido al sistema electoral británico esa cifra solo se tradujo en un escaño en el parlamento de Westminster. Ese mal resultado electoral ha puesto patas arriba a este partido antieuropeo y antiinmigración. Y su único parlamentario, el candidato Douglas Carswell, quien no se lleva a las mil maravillas con el líder del UKIP, Nigel Farage, le ha pedido directamente que se “tome un descanso”.
Carswell escribió una columna en el diario conservador The Times en la que si bien dijo admirar a Farage, le cuestionó por sus comentarios “imprudentes” sobre los pacientes con VIH, realizados en el debate a los líderes de televisión. En ellos, Farage reclamó que cuesta unas 25.000 libras el tratamiento de cada paciente, siendo el 60% de los diagnosticados con VIH en Reino Unido extranjeros.
Sin embargo, este uso del ejemplo directo de los pacientes con VIH para destacar el problema del turismo sanitario es para Carswell una muestra más de que Farage estuvo “mal aconsejado” durante la campaña electoral.
El ganador en la circunscripción de Clacton, en el sureste del país, dice saber bien lo difícil que es llevar un partido y simultáneamente ser europarlamentario, marido y padre, destacando que es un motivo más de su admiración por Farage, pero puntualizó que eso no quita que crea que éste necesite “tomar un descanso ahora”.
Carswell ve a Farage como “inspirador”, diciendo que el partido lo había “hecho extraordinariamente bien” bajo su liderazgo, pero cree que ahora estamos en un momento clave en el que se necesita “considerar cuidadosamente lo que viene después”.
un líder sin escaño Todas estas declaraciones se producen después de que Farage presentase su dimisión como líder del UKIP, tras perder su escaño por South Thanet, en Kent (en el sureste de Inglaterra), si bien volvió a su puesto 72 horas más tarde, diciendo que el comité del partido no había aceptado su dimisión.
Farage durante toda la semana ha defendido su liderazgo en varias entrevistas, en las que ha dicho que cuenta con un “fenomenal apoyo” para continuar su trabajo, que procede tanto de los que hacen las donaciones, de los europarlamentarios, de los miembros del partido y de los votantes, si bien apuntó a la existencia de una persona, sin dar su identidad, contraria a esa opinión.
Esa oveja negra dentro del partido no es otra que el citado Carswell, quien cree que los esfuerzos del UKIP se deben de centrar en el referéndum sobre la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea programado para el año 2017, incluso antes, según fue prometido por el primer ministro conservador, David Cameron, durante las últimas semanas. “Todos nosotros, partidarios del UKIP, deberíamos hacernos una pregunta: ¿Hará lo que estoy haciendo en este momento que sea más probable que se vote por salir de la Unión Europea? Si no lo es, debo dejarlo y hacer otra cosa”, advirtió Carswell.
Farage no se dio por ofendido por la pregunta. En una entrevista se presentó como el político que siempre ha presionado para que el país tenga un referéndum sobre la pertenencia a la UE, por lo que irse ahora “sería el momento equivocado”.
Para este controvertido político, la mayoría de los 47.000 miembros del UKIP están a favor de su continuación al frente del partido. Sin embargo, dos asesores del partido ya renunciaron el jueves, lo que llevó a Farage a no tener problemas en desafiar al resto de críticos para retarles a si quieren permanecer en el partido o si prefieren irse.
culto a la personalidad Uno de los que sí muestra la puerta de salida a Farage es el jefe de campaña electoral y eurodiputado Patrick O’Flynn, quien cree que Farage solía ser un político “alegre, entusiasta, descarado, atrevido”, pero que ahora es “gruñón, de piel fina y agresivo”. O’Flynn fue más allá y advierte de que el partido corre el peligro de ser un culto a la personalidad de Farage, llegando a ser visto como una “monarquía absoluta”. Además, el portavoz de Economía del partido, llamó a Nigel Farage a que adopte un estilo basado en el consenso y a consultar también a sus asesores.
También Stuart Wheeler, una figura importante para el UKIP y que ha donado al menos 500.000 libras, cree que Farage ya no es la persona adecuada para dirigirlo, ya que es demasiado “agresivo” para estar al frente del país cuando se va a decidir si quiere salir de la UE.
El portavoz de Migración, Steven Woolfe, parece ser de los pocos que salen en defensa clara de su líder, creyendo que la pregunta sobre si Farage debe quedarse o irse, es una cuestión “irrelevante”.