GATEIZ. José María Knörr heredó el negocio familiar, una fábrica de cervezas llamada "La Sucursal" y que tenía su sede en la calle Cercas Bajas de Gasteiz y que proseguía así la tradición de su abuelo, un maestro cervecero que llegó en 1870 a la capital alavesa procedente de Alemania, donde quiso dejar atrás la guerra franco-prusiana.

Su padre, Román Knörr fundó en 1926 la fábrica de gaseosas el "As" y, tras las dificultades vividas durante la Guerra Civil, la familia trató de relanzar el negocio.

José María, considerado el alquimista de la familia, tuvo visión comercial y empezó a experimentar con nuevos sabores a base de zumo de naranja para competir con la entrada en España de nuevos sabores y productos como la Coca-Cola.

En 1954 decidió dar un nuevo nombre a la marca de gaseosas "As" y le añadió la inicial de su apellido, lo que dio lugar al nacimiento de "KAS", cuyos refrescos tuvieron una importante expansión.

En 1971 el grupo empresarial KAS vendió un primer paquete de acciones a su socio financiero externo, el Banco Industrial de Bilbao, y a partir de ese momento dejó de ser una empresa familiar independiente, hasta que el Banco de Bilbao y después el Banco Bilbao Vizcaya se hicieron accionistas mayoritarios.

Finalmente, en 1992, Pepsi compró el negocio y es ahora quien comercializa los KAS de naranja y de limón.

Muy arraigado en Gasteiz, José María Knörr tenía ocho hijos, era aficionado a la fotografía, a la música y a la caza.

El mundo empresarial alavés le despedirá mañana en el funeral que tendrá lugar a las siete y media de la tarde en la iglesia de San Pedro Apóstol.