BILBAO. El exjugador de la primera plantilla del Athletic, del Hércules y el Jaén, José Luis Estenaga, falleció el pasado 22 de octubre a los 82 años. El futbolista nacido en Donostia el 22 de agosto de 1929 vistió de rojo y blanco en la década de los cincuenta. Disputó un total de treinta partidos oficiales, veinticuatro de Liga y seis de Copa. A juicio del histórico José Ángel Iribar, Estenaga era una persona "simpática" y el mítico Carmelo Cedrún, que compartió alineaciones con el donostiarra, le recuerda como aquel compañero que "me quitaba los nervios en los partidos".

El defensa izquierdo guipuzcoano debutó el 12 de noviembre de 1950 ante el Valencia, bajo las órdenes del míster Josetxu Iraragorri, jornada en la que el conjunto ché se llevó el gato al agua con un 3-0. El joven sumaba entonces diecinueve años. Su último encuentro en San Mamés lo disputó el 1 de marzo de 1953, jornada en la que los rojiblancos ganaron 1-0 al Espanyol. En aquella campaña el entrenador del Athletic fue Antonio Barrios.

un gol En el Hércules recaló con veintitrés años cumplidos y militó en el club alicantino durante dos temporadas. Su siguiente club fue el Jaén. Tenía veintiséis años. Como curiosidad, en su trayectoria oficial marcó un solo gol con el Hércules en la temporada 1955-56. En los dos últimos equipos en los que jugó, durante esa última temporada, los clubes bajaron a Segunda División.

Tanto el Athletic como el Hércules han comunicado en estos días el fallecimiento de J osé Luis Estenaga y ambos clubes han lamentado su pérdida y "deseamos expresar nuestro pésame más sincero para toda su familia y allegados", difundieron desde la dirección del club alicantino.

José Ángel Iribar conoció poco a Estenaga. Sin embargo, al tiempo que lamenta su pérdida le retrata como "un hombre simpático, amable y muy cercano". El Txopo solía coincidir con él en las reuniones de la Asociación de veteranos del Athletic. Quien salía al césped junto a él en la década de los años 50 era el durangarra Carmelo Cedrún. Por cierto, de este caballero, hay que contar una anécdota que muy pocas personas conocen. Su apellido real era Sedrún, con s. Pero por los tiempos que corrían entonces, a los apellidados con la letra s les tocaba ir a hacer el servicio militar a África. Entonces, se trampeó su apellido con una c y pasó a ser Cedrún, así haría la mili en Euskadi y podría seguir jugando a fútbol.

Sobre Estenaga, Cedrún habla maravillas. "Era una persona extraordinaria", arranca y va desgranando de su memoria intacta que el defensa era un jugador "muy bueno" y va más allá, en la zaga "era un marcador nato, tremendamente rápido, daba confianza. La verdad es que no tengo palabras para describirlo mejor", agrega este histórico rojiblanco.

"MUY CHISTOSO" El arquero vizcaino también evoca cómo era el carácter de su compañero de tantas alineaciones compartidas. "Era muy chistoso, me quitaba los nervios en los partidos, porque como portero sabías que podías confiar en él. Era, sí, muy chistoso", insiste.

Carmelo Cedrún lamenta profundamente el fallecimiento de su amigo. "Me llevé un disgusto bárbaro cuando conocí la noticia de que había fallecido. Fui al funeral y no hay palabras para explicar la pena. Aprovecho para enviar mi pésame a su familia", comunica y lamenta que a día de hoy Estenaga no sea un león muy recordado. "En el fútbol pasan estas cosas. Era un extraordinario jugador, pero otros con menos méritos son más recordados. José Luis hizo méritos todos y más", le reivindica Cedrún, compañero de los Zarra, Garay, Venancio, Panizo, Iriondo, Canito, Manolín, Gainza o Nando.