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Hay un dicho muy popular en castellano que dice aquello de son todos lo que están pero no están todos los que son. En la Euskal Encounter ocurre algo similar. Todos los que acuden comparten ciertas aficiones por los avances tecnológicos y los ordenadores pero no todos los que están hacen el mismo uso de ellos. Los hay que se dedican única y exclusivamente a jugar online a los videojuegos, una industria que hace dos años generó cerca de 60.000 millones de euros -más que el cine y la música- y que en esta cita informática del BEC encuentra el escaparate perfecto donde comprobar la respuesta de sus clientes potenciales a sus últimas creaciones. Es sin duda una de las tribus más poblada de la Euskal Encounter, pero hay más, muchas más.
Según explican a este periódico los organizadores del evento, entidades como Mondragon Unibertsitatea, Basquegame o la Fnac, celebran anualmente varios concursos en busca de nuevos talentos informáticos. Y este es, precisamente, uno de los nichos que más notoriamente está aflorando en los últimos años, el del denominado hacking. Se trata de una especie de prueba relacionada con los sistemas informáticos y sus mecanismos de seguridad cuyo objetivo es superar los distintos niveles de vulnerabilidad y en el que los participantes tienen que ir haciendo frente a retos y enigmas que no conocen. Las distintas empresas que se dedican a organizar este tipo de eventos encuentran un filón en los alumnos más aventajados que estos días se dan cita en el BEC, ya que, según explican desde la organización de la Euskal Encounter, "qué mejor sitio que este para comprobar de primera mano las habilidades de los que encuentran en el hacking un simple hobby".
También los hay que se apuntan a la moda del modding, algo así como el tuning de los coches pero para los ordenadores, que consiste en personalizar manualmente los PC modificando o añadiendo componentes para que la estética sea lo más extravagante e impactante posible. Algunos incluso intercambian los mecanismos del modding con los del llamado overclocking, que continuando con el símil automovilístico, consiste en trucar el ordenador para sacar su máximo rendimiento. Pese a que la realización de esta práctica lleva implícita una reducción considerable de la vida útil de las maquinas, un simple vistazo a los miles de ordenadores que estos días abarrotan el BEC basta para comprobar la fuerza con la que está brotando este hábito. "El único pero es el elevado coste económico de estas dos prácticas, ya que es muy fácil gastarse grandes cantidades de dinero", advierten desde la Euskal Encounter.
Pero el recorrido por las distintas tribus no termina aquí. Además de todas estas aficiones, existen profesionales artísticos que acuden a la fiesta informática en busca de un lugar idóneo donde desarrollar sus últimas creaciones. Ese es su único cometido y a eso es a lo que se dedican durante cuatro días. Creadores musicales, programadores, diseñadores... son muchos los profesionales que estos días se dejan ver en el BEC y que nada tienen que ver con esa etiqueta de que la gente solo acude a la Euskal Encounter a descargar archivos y jugar on-line, algo a lo que se recurre en diversas ocasiones.