El teniente Colombo sigue vivo cada tarde en una cadena digital, en Nitro. Su intérprete, sin embargo, falleció el jueves, a los 83 años, enfermo de Alzheimer y con unas cuantas complicaciones derivadas de su edad, en su domicilio de Beverly Hills.
Peter Falk, el eternamente vestido con una gabardina arrugada, el detective que parecía siempre recién despierto de una siesta perpetua, tímido, despistado y con voz ronca, nació un 16 de septiembre de 1927 en Nueva York, hijo de Michael (de origen polaco, con antepasados húngaros y checos) y de Madeline, que era rusa. La característica mirada de Falk se debía a un tumor maligno que sufrió con tres años, cuando debieron implantarle un ojo de cristal. Debido al mismo, no pudo alistarse en los marines de los Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial, como deseaba.
Decidido a hacerse a la mar, trabajó durante un año como cocinero en un barco mercante, antes de licenciarse en Ciencias Políticas en el New School for Social Research de 1951 y conseguir un máster de administración pública en la Universidad de Siracusa en 1953. Intentó trabajar para la CIA antes de convertirse en director de análisis de la Oficina Presupuestaria de Conectica en Hartford.
Con 29 años, sin embargo, decidió que lo que quería hacer era dedicarse a la interpretación, así que se trasladó a Hollywood tras formarse en el White Barn Theatre de Westport, de Conectica.
En 1961, debuta en El sindicato del crimen, interpretación que le vale su primera nominación como mejor actor de reparto al Oscar. Ese mismo año, también recibe una nominación a los premios Emmy por su papel de drogadicto en The Law and Mister Jones. En 1961, nuevo papel de Peter Falk y nueva nominación como mejor actor secundario para los Oscar; en esta ocasión por el largo de Frank Capra Un gángster para un milagro. Y también fue nominado a los Emmy por The prince of tomatoes que, esta vez sí que ganó.
La primera aparición de Colombo fue Prescription: Murder el 20 de febrero de 1968, en un telefilme emitido por la cadena NBC, que tuvo tal éxito que se encargó una segunda película, que se estrenó el 1 de marzo de 1971 bajo el título Ransom for a dead man, segundo telefilme de Colombo al que se puede considerar como piloto para la serie que siguió después.
Vestido siempre con la misma gabardina, camisa, corbata y zapatos a lo largo de todos los episodios, Colombo era la antítesis del detective. A pesar de ser despistado y olvidadizo -de manera fingida, claro-, Colombo siempre llegaba al fin de las investigaciones y acusaba al verdadero culpable.
La inmensa popularidad del personaje tuvo su cima en 1975, cuando el salario de Falk se elevó hasta los 125.000 dólares por episodio, uno de los más altos de la época, y recibió cinco premios Emmy por su interpretación y un Globo de Oro. Colombo finalizó su primera época en 1978. Diez años después, el detective retornó en una serie de telefilmes, aunque no siguió ninguna regularidad a la hora de sus emisiones. Esta vuelta de Colombo respondió a una moda de revival en la cual personajes como Kojak, Perry Mason y otros tuvieron sus versiones actualizadas.
un coche como personaje Levinson y Link, los autores de la serie, decidieron en 1971 que Colombo tenía que ser dueño de un desvencijado coche que se asemejase a su personalidad. Falk se resistió a la idea en un principio, puesto que el personaje ya tenía una esposa (que nunca llegó a aparecer en escena), el cigarro y la gabardina sucio. Creyó que ya suponían suficientes artificios para su personaje, pero aun así se dejó convencer por la idea.
Se cuenta que el actor recorrió el lote de automóviles de la Universal, donde se podía encontrar todo tipo de modelos, pero no se vio atraído por ninguno. Fue un día antes de comenzar a filmar el episodio Death Lends a Hand cuanto Falk lo vio: "Vi la trompa de un coche que sobresalía. Ese era el coche", dijo.
A partir de ese momento, el vehículo de Colombo se convirtió en un actor secundario de la serie. Era un Peugeot 403 convertible modelo del año 1959 (del que solo se construyeron 504 en Francia) y el equipo de producción de la serie consiguió otro igual que se dejó como repuesto. Aparece en la mayoría de los episodios y en dos oportunidades se vio envuelto en accidentes, aunque en la mayoría cubría la cuota de humor con cómicos diálogos entre los personajes, acerca de la opinión que el mismo les producía.
De vuelta a la realidad, Peter Falk disfrutaba con la pintura, con algunos de cuyos trabajos recibió el elogio unánime de la crítica entendida.
El intérprete estadounidense quedó bajo la custodia de su esposa en junio de 2009, después de que un juez de Los Ángeles le declarara incapacitado debido a su demencia senil.
La segunda esposa de Falk, Shera Danese, obtuvo la tutela del actor después de medio año de batalla legal con Catherine, hija adoptiva de Falk. En aquella audiencia, uno de los médicos de Falk confirmó que el intérprete neoyorquino padecía demencia avanzada y que no podía recordar su pasado como actor ni reconocer a su hija.
Falk empezó a mostrar señales de demencia senil en 2005 y su estado empeoró tras someterse a operaciones dentales y de cadera en 2007 y 2008.
La última película en la que intervino el actor fue American Cowslip (2009), junto a Val Kilmer.