Con ganas de que llegue el estreno de un proyecto que cerró en junio del año pasado, Patxi Amezcua (Pamplona, 1968) espera que las/os espectadoras/es reciban Infiesto como un thriller “entretenido” y “con personalidad”. A pesar de que el rodaje fue duro, con muchos exteriores en la cuenca minera de Asturias, lluvia y frío, el director y guionista navarro está “contento” porque ha hecho “la película que quería hacer cuando escribí el guión”. “La volví a ver hace poco y no hay nada mejor que ver tu película y que todavía te guste y la disfrutes; eso no pasa siempre”, dice. Ahora le toca al público decidir.

A pesar de la experiencia, ¿hay nervios ante el estreno de la película, esa inquietud de si gustará o no? 

–Sí, siempre tienes esa pregunta dando vueltas: a la gente le gustará, no le gustará, entrará en la historia... Las expectativas están ahí, lógicamente, pero, a la vez, no sé si es porque ya estoy mayor (ríe), pero ahora lo que pienso es que he hecho mi trabajo lo mejor que he podido. He intentado aprovechar el equipo que tuve y todos los medios que pudieron a mi disposición; tenía un guión muy trabajado e intenté plasmarlo de la major manera posible en pantalla, de modo que fuera una película con personalidad y entretenida que reflejara un momento y un mundo. A partir de ahí, ya no depende de mí, lo que venga, vendrá, y a pensar en lo siguiente siempre.

En cine se sabe que una película se estrena un día en un número de salas del país y que la respuesta del público determinará cuántas semanas permanece en cartelera. ¿Cómo se valoran los estrenos en plataformas, por visualizaciones, entrada en el ‘top 10’...? 

–Pues desde el minuto uno ellos saben cuánta gente la ha visto, si se ha visto entera o un rato... Tienen un control absoluto de lo que se está viendo y sí que existe este ranking de las diez películas y las diez series más vistas de la semana. Y lo que tiene Netflix es que te estrenan la película en todo el mundo y tienes un público potencial de millones de personas. En cine, si estrenas en España ya tienes suerte y si sumas 100.000 espectadores ya puedes considerarlo un éxito. La ventaja de Netflix es ese poderío de poder llegar a un público inmenso.

Lo que no tiene es ese efecto sala de cine, esa magia. 

–Claro. Yo soy ya de la vieja guardia, vengo del cine y como espectador prefiero ir a ver una película en una sala con pantalla grande con sonido envolvente que estar en casa o, peor aún, ver contenidos en un móvil, como hace mucha gente hoy en día. Sí que he echado de menos ese estreno en pantalla grande porque creo que esta es una peli que visualmente tiene una factura, una fotografía, una música que la haría muy disfrutable en cines. Pero en este caso es un trabajo financiado íntegramente por Netflix, así que va directa a la plataforma, y por eso mismo no puedo participar en los Goya. Infiesto no es candidata a nada porque no ha tenido estreno en salas.

Bueno, esto sucede de momento porque todo está cambiando a una velocidad vertiginosa y hay otros premios que sí aceptan películas estrenadas en plataformas. 

–Sí, supongo que todo esto cambiará porque una película es una película, la pongas donde la pongas. Así que imagino que, en un momento dado, estos trabajos para plataformas deberían poder participar en este tipo de convocatorias. Pero adaptarse a los nuevos tiempos siempre cuesta. O puede pasar que, de pronto, Almodóvar haga una película para Netflix y entonces decidan que sí, que las pelis de plataformas pueden participar.

Lleva ya varios proyectos en plataformas – ‘Sin límites’, ‘Operación Marea Negra’, ‘Un hombre de acción’, etcétera–, ¿es sencillo navegar en este océano del streaming? 

Yo he estado con Amazon en un par de series y en Netflix con dos películas. La ventaja que tienen es que se aceleran los procesos de financiación y producción. Una vez que Amazon o Netflix da luz verde a un proyecto, ahí está el dinero y arrancas. No es como la financiación tradicional, que tienes que andar buscando un poco de dinero del ICAA, otro poco de un grupo inversor, otro de un gobierno autonómico... Y pasan meses y años hasta que consigues financiar el proyecto. En el caso de las plataformas, tienen un músculo financiero potente y si quieren hacer la película, te ponen el dinero sobre la mesa y a los tres meses estás rodando.

‘Infiesto’ es una película de género, canónica en muchos aspectos, ¿es en este marco donde se siente más cómodo?

Sí. Como espectador y como guionista me siento muy cómodo en el mundo suspense, thriller, cine negro. Creo que tengo una cierta facilidad para escribir historias de este estilo. Y como director casi diría que las necesito. Como guionista puedo manejar otros códigos sin ningún problema, pero a la hora de dirigir necesito acción, tensión, suspense, giros... más elementos que me entretengan durante el rodaje. No hay nada más divertido que una escena de tiroteo. 

¿Por qué cree que al público nos atraen tanto estas historias oscuras?

–Imagino que acercarse a este tipo de experiencias que en la realidad no vives resulta atractivo. Y si estas películas están bien hechas, te mantienen la atención y las expectativas, y eso es muy llevadero. Estar atento a ver qué va a pasar a continuación y cómo va a terminar la historia funciona muy bien.

Hace unos días, durante la celebración de Pamplona Negra, el escritor noruego Jørn Lier Horst comentaba que seguramente será porque estas historias nos permiten acercarnos al peligro desde la comodidad y seguridad de nuestras casas.  

–Sí, es como acercarse al fuego sabiendo que no te vas a quemar. Estoy totalmente de acuerdo con él.

Isak Férriz, en una escena de la película. JAIME OLMEDO

‘Infiesto’ ya sorprende desde el título. Parece un juego de palabras. 

–En realidad es un pueblo de Asturias. Cuando supe de su existencia, antes de conocerlo en persona, me pareció muy sugerente. Es un nombre que se parece a infierno, a incesto, a infectum... De hecho, alguien de allí me contó que hace no sé cuántos siglos había habido una peste allí y que el nombre deriva de infectum. No sé si es verdad, igual es la típica leyenda pero me sonó muy bien. Como título tiene fuerza. A partir de ahí ya fui construyendo el resto de elementos: la trama policial, la localización en la cuenca minera asturiana...

La cuenca minera asturiana funciona como otro personaje más, ¿por qué se decidió por esa ubicación?

–Conozco la zona, por cuestiones familiares la he visitado mucho y esa mezcla de la naturaleza exuberante con esas minas, esas industrias abandonadas, esas fábricas medio derruidas y ese toque postindustrial y decadente me parecía muy atractivo y sugerente para hacer algo con un tono policíaco. Hace tiempo que pensaba que tenía que encontrar una historia que me llevara hasta allí y así salió.  

¿Cómo nació esa historia; en qué suele inspirarse, en prensa, en otras películas o novelas...?

–Es una mezcla de todo. A veces las historias surgen de algo que ves, lees o te cuentan, pero también de un conjunto de elementos. Infiesto nace de ahí, de esa localización que me apetecía mostrar en pantalla, con este género que me gusta de series y películas como True Detective Seven. Y con un tercer elemento, la pandemia y el confinamiento, que se convierte en el contexto histórico que veo que le puede dar un plus a la historia porque me la ancla en un momento muy concreto con elementos dramáticos muy fuertes. Cuando tuve esas tres patas, que tienen orígenes muy diferentes, supe que ya podía ponerme a escribir.

La declaración del estado de alarma y el inicio del confinamiento en 2020 funciona como un reloj en la historia.

–Este tipo de cosas funcionan muy bien. Resulta interesante ver cómo evoluciona la trama policíaca al tiempo que evoluciona la pandemia y cómo afecta a los personajes. Todos hemos pasado por esto hace tan solo tres años, aunque a veces parezca un sueño o algo muy lejano. Da mucho juego visitar esta historia y algunas de las situaciones que se vivieron entonces, aunque esto solo es el telón de fondo, porque esta es una película policíaca.

“La mezcla de la naturaleza exuberante con las industrias abandonadas de la cuenca minera es muy sugerente”

¿Cómo llegaron Isak Férriz e Iria del Río al proyecto?

–A través de un proceso de casting. Como siempre, en el primer momento manejas los típicos nombres de actores conocidos que pueden resultar atractivos para la audiencia y para las propias plataformas, pero por suerte todos estaban ocupados trabajando, así que abrimos el espectro y hacer un casting puro y duro y vi varias pruebas de actores y de actrices. Isak entró rápido porque enseguida vi claro que me iba a dar el personaje que buscaba y con Iria me pareció algo parecido. Y cuando les vi juntos no tuve ninguna duda de que era la pareja que buscaba. Para los secundarios fueron elecciones muy concretas en función de los personajes y tuve la suerte de que aceptaron actores tan brillantes como José Manuel Poga, Luis Zahera, Juan Fernández, Ismael Fritschi... que son fantásticos.

Luis Zahera lleva unos años en boca de todos y este último más por su papelón en ‘As Bestas’. En ‘Infiesto’ aparece poco, pero se deja notar.

–Zahera se hace notar dentro y fuera de la pantalla (ríe). Es estupendo. Cuando le pones ante la cámara siempre te da algo especial, es una maravilla verle trabajar, pero es que, además, cuando llega al rodaje ya se genera buen rollo y un clima muy bueno. Es un tipo muy divertido que siempre te da un plus.

Iria del Río, en otra imagen de 'Infiesto'. JAIME OLMEDO

Y el origen navarro de Patxi Amezcua se ve en al menos dos detalles: el comisario se apellida Basterra y una joven se llama Saioa.

–(Ríe) ¡Totalmente! Muchas veces busco nombres sonoramente interesantes y me parece que los nombres y los apellidos vascos tienen un rollo especial. Por eso acabo pensando en colegas míos, en gente con la que estudié y los meto en mis guiones. Basterra y Saioa son claramente de allí, sí (ríe).

¿Qué espera de la película, cómo le gustaría que el público la recibiera?

–Me gustaría que la recibiera no como un thriller más, sino como una película de género con personalidad propia; que no fuera una más de estas que suelen venir de Estados Unidos y que acaban siendo todas iguales. Que se vea Infiesto como una película especial, con un toque de autor, y sorprenda a nivel de fotografía, de música, de tempo... Aunque lo más importante que busco siempre es que la gente disfrute y se entretenga. Eso es fundamental.

¿Y ahora? ¿Estará en la segunda temporada de ‘Operación Marea Negra’?

–He estado colateralmente. Los cuatro episodios de la primera temporada los escribimos Natxo López y yo y estaban basados en la historia real del narcosubmarino. Y cuando decidieron hacer la dos, no lo veía tan claro porque ya toda la historia era ficción e incluso tiene otro protagonista. En un primer momento me desmarqué del proyecto, pero me pidieron escribir un capítulo y lo hice. Creo que se estrena a mediados de febrero y estoy expectante porque no la he visto todavía. Hay personajes y actores nuevos, a ver cómo ha quedado la cosa.

¿Y en qué otros proyectos trabaja?

–He escrito una historia con otro guionista y se pondrá en marcha en abril con dirección de Daniel Calparsoro. Es un proyecto muy chulo y potente. Luego tengo algún encargo, estoy escribiendo alguna cosita y viendo en qué batalla me meto. Para dirigir necesito encontrar un proyecto que me motive lo suficiente como para dedicarle el tiempo y el esfuerzo que supone. Infiesto fue duro porque teníamos muchos exteriores, mucha noche, rodando en Asturias con frío, lluvia, viento... Acostumbrando a estar en casa caliente escribiendo, meterte en la batalla diaria de ocho semanas rodando es exigente y agotador; aunque también gratificante, claro. Lo importante es seguir para delante y estar en varias cosas, porque unas cuajan y otras no. A mí me funciona bien tener encargos que sabes que van a salir y otras historias que igual me apetecen más y quiero generar por tu cuenta.

EN CORTO

  • ‘Infiesto’. En el primer día del estado de alarma, dos policías acuden a un pueblo minero de la montaña asturiana donde ha aparecido una joven que llevaba meses desaparecida. Mientras el mundo se desmorona y las tragedias personales golpean, los detectives no tardan en darse cuenta de que el virus podría no ser la única fuerza oscura en acción. 
  • El director. Patxi Amezcua es guionista y director de 25 kilates, SéptimoLa sombra de la ley e Infiesto. Y guionista de las películas El viaje de Arián, Bruc. El desafíoAtrapa la bandera y Un hombre de acción, y de las series Operación Marea Negra Sin límites.