Esta entrevista se ha ido posponiendo desde hace más de un mes. Su protagonista quería marcar los tiempos, realizar el anuncio de que tenía decidido dejar de pertenecer profesionalmente al equipo de forma que llegase el mismo día a todo el entorno del Athletic. Aprovechó la comparecencia ante la prensa para desgranar los sentimientos que alberga y ha ido cultivando desde que en 2008 fuera captado del filial de la Real Sociedad. Necesitó varios años para darse a valer e iniciar una carrera que abarca doce campañas. 321 partidos oficiales vistiendo de rojiblanco le contemplan. Un período donde se ha entregado sobre el césped y que ha empleado asimismo para compartir con los jóvenes cuanto ha aprendido. Se va un tipo entrañable, un jugador muy apreciado por los entrenadores; alguien que siempre ha sabido estar a la altura de las circunstancias.

En la rueda de prensa donde anunció que deja el Athletic dio la sensación de que se había quedado muy tranquilo.

Es que fue así. Tenía ganas de decir cuál era mi decisión. Desde el mes de diciembre esta decisión estaba tomada en mi cabeza porque el fútbol siempre te transmite señales y las de este año eran claras porque estaba tomando parte en muy pocos partidos.

Tiempo atrás, en su fuero interno manejaba el deseo o el objetivo de colgar las botas en el Athletic.

Siempre he dicho que me gustaría estar aquí hasta el final, siendo alguien útil en el campo y en la caseta. En la caseta creo que aún lo soy, pero la realidad es que en el campo estoy teniendo pocos minutos, muy pocos en comparación con el año pasado y el anterior. En el puesto que juego, tanto Yuri como Lekue lo han hecho muy bien durante la presente temporada.

“Era un día muy especial para mí, la emoción del momento me dio serenidad para decir lo que tenía dentro y me quedé tranquilo”

Así que no le costó dar el paso.

Era una rueda de prensa para despedirme y fue un día muy especial para mí. El club me dio la oportunidad de contar aquello que tenía que decir. No podía saber cómo iba a salir, pero la emoción del momento me aportó serenidad para comunicar lo que tenía dentro.

En definitiva, ha sido la propia dinámica del fútbol lo que ha pesado en su ánimo, pero no quiere dejar de jugar.

Eso es. Mi idea sí era la de acabar en el Athletic, pero el fútbol te pone en tu sitio. Tengo 35 años, físicamente me encuentro muy bien, las lesiones me han respetado. A partir de junio seguiré con ganas de jugar al fútbol. Durante toda mi vida le he dado mucha importancia al hecho de asumir las cosas como son y desde meses atrás dándole vueltas a mi situación. Sobre todo, quería ser justo conmigo mismo y con el Athletic.

¿Es usted quien da el paso o desde el club plantean la cuestión?

El primer paso lo di yo. Fui a hablar con el entrenador y con el club para comunicarles mi intención. Todos respetaron mi criterio y me comentaron que estaban en la misma línea, algo que facilitó todo aún más.

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En imágenes: despedida de Mikel Balenziaga Oskar González

“No tengo nada claro dónde jugaré, pero sí seguiré haciéndolo porque me hace feliz vivir a diario la dinámica del vestuario”

Y su deseo es alargar su carrera. ¿Tiene algo pensado, previsto, hablado…?

Ahora mismo en mi cabeza todo eso no me preocupa en absoluto. No sé dónde estaré, en qué otro club, en qué categoría. No tengo nada claro dónde continuaré jugando, pero sí que seguiré porque me hace feliz vivir a diario la dinámica que hay en un vestuario. Puede que cuando termine esta temporada me entren las prisas, pero de momento únicamente quiero disfrutar lo que tengo, el mes y medio que me queda aquí. En seis ocasiones he conseguido la clasificación para competición europea y si después de cinco años sin lograrlo, si lo volvemos a lograr ahora sería el premio más grande para mí.

Mencionaba ese lustro sin pisar Europa, vuelven a estar bien colocados para hacer realidad el objetivo.

La situación actual es distinta, estamos ahí, también el séptimo clasificado va a Europa, pero nuestra meta es acabar lo más arriba posible. A por eso vamos.

Hace un mes la perspectiva no era tan optimista, pese a hallarse en la misma posición.

Es verdad. Mirabas la clasificación y éramos séptimos, pero entonces las sensaciones no eran como las que tuvimos al principio de liga y las que tenemos ahora. Después del Mundial hubo una mala racha de resultados, pero el equipo vuelve a estar firme.

Y el cambio coincide más o menos con la disputa de la plaza en la final de Copa. Aunque se truncó, con todo lo que supone dicho torneo, es cuando el equipo ha tomado impulso. Parece contradictorio.

Lo de la Copa con Osasuna fue un golpe muy fuerte por la forma en que aquí nos ponemos con la Copa, la afición y nosotros, pero hemos demostrado tener capacidad para reaccionar porque somos conscientes del objetivo que tenemos. Además, después de la eliminación la gente ha estado muy encima del equipo y eso tiene su influencia en la respuesta del equipo. Es lo que se vio en la victoria sobre la Real en San Mamés.

También en su larga trayectoria en el Athletic ha conocido altibajos. Le costó hacerse un sitio, estuvo tres años fuera, cedido, antes de asentarse.

En los tres años lejos de aquí y los cinco posteriores en el Athletic es cuando alcancé mi mejor nivel.

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En imágenes: La trayectoria de Mikel Balenziaga en el Athletic Deia

Disputó más de 200 partidos en cinco campañas.

En la quinta, con Ziganda, fue distinto porque pasé por una lesión, pero es verdad que en este tiempo lo jugué casi todo. Me hace sentirme orgulloso recordar que salí del Athletic al Numancia y luego al Valladolid, donde trabajé duro, y a la vuelta tuve esa recompensa. Llegamos a Champions, fueron cuatro años seguidos en Europa, las finales de Copa, la Supercopa.

Intervino además en la conquista de los dos títulos de Supercopa.

Sí, en los dos. El segundo porque Yuri estaba lesionado. Durante ese período he ayudado más desde el campo y luego, a raíz del fichaje de Yuri, empecé a tener otro rol, pero siempre me he sentido a gusto. Hombre, todos los futbolistas trabajamos para jugar lo máximo, pero hay que saber qué toca en cada momento y sé que soy alguien importante en la caseta. Esto no quita para que estuviese siempre listo para jugar, lo que me permitía sentirme cómodo cada vez que entraba en la alineación.

Lo que dice se demostró coincidiendo con las prolongadas ausencias de Yuri. 

Lo que haces a lo largo de la semana se nota el domingo. Aunque no juegues con asiduidad, si entrenas bien puedes responder.

Entre sus vivencias menos agradables, quizá la contestación que tuvo en 2018 la renovación de su contrato por dos años, junto a la de De Marcos.

En el fútbol hay muchos factores a considerar. Aquel año había elecciones en el club y el presidente saliente, Urrutia, decidió renovarnos a De Marcos y a mí. Yo quería seguir y estaba convencido de lo que tenía que hacer y de que iba a ser un jugador importante. Me parece normal que hubiese gente que discrepase, que no viese adecuada aquella renovación, pero pienso que el tiempo ha confirmado que la decisión que tomamos el club y yo fue acertada. Luego, llegué a renovar el contrato dos veces más.

Ambas con una directiva que de entrada censuró aquella operación. 

Cuando fiché con el Athletic lo hice con García Macua, luego hice dos renovaciones con Urrutia y con Elizegi, otras dos. Esto que te digo me hace sentirme bien.

En su despedida citó a cinco personas por la influencia que han tenido sobre su persona para sentirse del Athletic.

Sí, dije que en parte por ellos seré del Athletic hasta que me muera.

“Urrutia y su directiva me transmitieron unos valores que no olvidaré y son los que he querido transmitir, por eso le nombré”

Cuatro de los cinco han sido o son compañeros suyos, el quinto es un presidente. Alguien pensará que a este le nombró por la dichosa renovación que hemos comentado.

Cuando llegué al Athletic, Gurpegi fue como un padre para mí, el que me enseñó a recorrer el primer tramo del camino. A la vuelta de los dos años en el Valladolid, coincidí con Urrutia, quien con su forma de pensar y de ver las cosas consiguió dar otro toque al equipo y al club. Fue algo que me pilló un poco de sopetón. En ese tiempo, Josu Urrutia y su directiva me transmitieron unos valores que nunca podré olvidar. Por eso le nombré. Comprendí esos valores, los viví y son los que yo he querido transmitir. Habrá quien lo interprete erróneamente, pero todo lo que dije ese día es justo lo que pienso, no me dejé nada dentro. Pensé que tenía que hacer mención a estas personas por lo que han supuesto para mí. No tengo por qué callarlo.

¿Podría explicar lo de Joseba Garmendia?

Garmendia me ayudó mucho a entender desde el primer día lo que era el sentimiento Athletic. Y fuera del club ha sido mi mayor referente por la pasión con la que lo vive. Estuvimos juntos en el Numancia y ese año, en la distancia, él seguía hablando todo el rato del Athletic. Esa experiencia fue muy importante para mí.

De Iribar, pienso que no hace falta que diga nada. El quinto era De Marcos.

Empezamos como compañeros, luego como amigos y diré que me parece que es un modelo por su forma de ser en el campo y fuera. Hemos vivido de todo juntos, muchas victorias y también muchas derrotas. Es de las personas más especiales que he encontrado en el fútbol.

“Si alguien se ha ganado el derecho de apurar y tomar la decisión de continuar o no al acabar la temporada, ese es De Marcos”

Estamos pendientes de si se va quedar en el equipo o no, igual que estos últimos años. 

Dice mucho de él que quiera apurar hasta el final para decidir, como ha esto estos dos años. Si alguien se ha ganado el derecho a tomar la decisión al acabar el año, es él. No es que esté escondiendo algo, simplemente toma la decisión cuando cree conveniente.

Desde luego, si es por rendimiento, el club querrá que continúe.

Todos vemos el año que lleva.

En cierta ocasión declaró que no necesitaba que el entrenador le dijese que estaba bien, porque ya sabía usted de sobra cómo estaba.

Hay muchos partidos, buenos y malos. Djukic, que me entrenó en el Valladolid, decía que no nos teníamos que subir cuando ganábamos, ni hundirnos por perder. Para valorarse uno mismo hay que tener una única vara de medir. Yo ya sé quién soy, que es lo que puedo hacer en el campo y qué no debo de hacer. Cada cual debe explotar lo que tiene de bueno y minimizar la parte negativa. Esto es básico para el futbolista, saber cómo está y qué está capacitado para hacer.

Esta reflexión la hizo siendo ya un veterano.

Es solo una frase. No es importante lo que yo quiera o lo que vayan a decir de mí. Al final, lo que vale es la estela que vas dejando en el día a día, todos los días. Uno tiene que saber quién es. Yo ya sé que, aunque me gustase, no seré… por decir algo, astronauta.

Cómo lo pasó en el partido con el Barcelona en San Mamés. Tenía un buen recado.

No lo veo así.

Bueno, era su primera titularidad de la temporada, llevaba mucho tiempo sin competir y delante, el Barcelona, y usted emparejado con Raphinha, un incordio constante.

Objetivamente, no fue un marrón. Llevaba mucho tiempo queriendo jugar. No sabía que iba a hacerlo justo en ese partido, me enteré dos horas y media antes, en la charla. Tuve la oportunidad de ser titular y estuve encantado. No me importaría repetir. Es que, si te lo tomas como un marrón, seguro que no lo vas a hacer bien. Si te lo tomas de otra manera, no sabes cómo te saldrá el partido, pero como he dicho si te lo tomas para mal, el trabajo te saldrá mal. Cuando salgo al campo, tengo una responsabilidad y también la tiene el entrenador porque ha confiado en mí. Tengo que intentar hacer lo que sé para corresponderle.