- Si tienen un cuñado conspiranoico, mejor procuren darle esquinazo en los próximos días. Pueden dar por hecho que en cuanto se lo crucen, les mirará con suficiencia y se les lanzará a la yugular: "¿Qué? ¿Qué te decía yo?". A ustedes les quedará bajar la vista y encogerse de hombros ante las últimas informaciones, se supone que basadas en indicios documentados, que apuntan a que la teoría que sostiene que el virus se escapó del laboratorio de Wuhan no es tan descabellada. Eso sí, por lo menos, no se contempla que fuera a propósito, como pontifican los más irredentos visionarios. La hipótesis que se va abriendo camino con el aval de investigadores de las más prestigiosas universidades de Estados Unidos es la de una fuga accidental. Eso sí, se deja claro que es algo todavía sin probar. La novedad consiste, por ahora, en que eso que nos parecía una fantasía puede no serlo. Y por si faltaba algún ribete peliculero, el presidente Joe Biden ha dado 90 días a sus servicios de inteligencia para que elaboren un informe concluyente al respecto. La vida es Netflix. Aguardamos con los ojos como platos el próximo capítulo.

-Y puestos a aguardar, también aguardamos, aunque sin ninguna esperanza, que ese inefable ser humano que atiende por Marcos De Quinto pida disculpas a la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. El antiguo Baranda de Coca Cola España y efímera gloria política bajo las siglas menguantes de Ciudadanos ha añadido una muesca a su amplio currículum de groserías. O de indecencias. Su víctima, como les anotaba arriba, fue la titular de Trabajo, que después de darse un palizón negociando la prórroga de los ERTE, se quedó desfondada. Su médico le ordenó suspender la agenda, y ahí fue donde entró De Quinto a confirmar su condición de tipejo evacuando el siguiente tuit: "Es que, cuando no se tiene costumbre, uno no puede ponerse a trabajar así, a las bravas, sin precalentar... porque luego vienen las lesiones. ¡Mejórate, Yolanda!". Unas horas después, y ante la avalancha de palos que cosechó, todavía se vino más arriba: "Menos hoz y martillo y más pico y pala". Lo dice un señorito con zapatos de seis mil euros.

-Aprovecho el espacio que me queda para dejar constancia de que me importan medio comino las peripecias sentimentales de los políticos. Pero en esto nos debemos de haber quedado solo mi colega Iñaki González y servidor. No hay más que ver el despliegue que hasta los medios que se tienen por serios han otorgado a la escapada de Díaz Ayuso con su actual pareja.