GRANDÍSIMO y lloradísimo David, allá donde estés: Ahora sabemos que pudiste salvarte. Pero elegiste compartir la suerte de tu compañero Roberto Fraile. Según hemos podido leer con el corazón en un puño en El País, el brutal ataque de los yihadistas a la patrulla en la que os habíais integrado dejó malherido a Roberto. Viendo que era imposible seguir resistiendo, los militares de Burkina Faso os conminaron a ti y al irlandés Rory Young a abandonar el lugar. No quisisteis hacerlo. Os quedasteis con Fraile, aun sabiendo que prácticamente no había esperanzas de salvar el pellejo. Efectivamente, al día siguiente, otra patrulla descubrió vuestros tres cuerpos sin vida, con signos de haber sido ejecutados. No quiero imaginar cómo fueron esas últimas horas.