Kim Kardashian se ha situado ella sola en medio del ojo del huracán y le va a ser muy difícil salir de ahí.

Ninguna suma de dinero, por muy grande que esta sea, sirve para reparar el daño al patrimonio histórico, y al igual que la sociedad se siente molesta al ver daños provocados a cualquier obra arqueológica o de arte, ahora el mundo está en pie de guerra contra la más famosa de las Kardashian, Kim, que ha destrozado el vestido más icónico de Marilyn Monroe, el que utilizó para cantarle 'Happy Birthday, Mr. President' a John F. Kennedy en el Madison Square Garden, el 19 de mayo de 1962, justo tres meses antes de la muerte de la actriz y un año antes del asesinato del presidente, por empeñarse en lucirlo en la gala del MET celebrada a principios de mayo, y los daños que ha causado al vestido son completamente irreparables.

Así lo ha publicado la colección a la que pertenece el mítico vestido, que ha mostrado las fotos del antes y el después del diseño, donde se pueden apreciar los importantes daños que la empresaria ha hecho al vestido y la deformación del tejido, e incluso le faltan varios diamantes.

UNA DECISIÓN MUY CRITICADA Y UN DESTROZO SIN SOLUCIÓN

No fueron pocos los que pusieron el grito en el cielo, al enterarse de que el vestido de Marilyn sería prestado a la Kardashian para que lo luciera en la gala del MET, que este año tenía como temática la Gilded Age estadounidense.

Muchos argumentaron que estaba totalmente fuera de lugar prestarle un atuendo que sin duda pertenece a la historia de Estados Unidos y, por ello, está en un museo, por lo que dieron casi por hecho que la única razón para hacerlo era que el dinero todo lo puede.

Sin embargo, las críticas que ni el museo ni la propia 'influencer' quisieron escuchar, tienen ahora más sentido que nunca y solo es necesario observar los increíbles destrozos que Kim le ha provocado a la pieza para darse cuenta.

Scott Forney, el dueño original de la pieza y coleccionista especializado en propiedades de la actriz, ha subido a la cuenta de Instagram de su colección dos imágenes en las que se aprecia el estado del vestido en 2016, antes de ser usado por Kardashian y otra fotografía del después, en la que se aprecian a simple vista "daños significativos" e irreversibles.

Junto a las fotografías en las que se ven los desgarros que Kim le provocó a la pieza, así como la deformación de la tela y la desaparición de varios cristales y lentejuelas que adornaban el vestido, Forney no ha podido evitar preguntarse: "Muy comprometidos con mantener 'la integridad del vestido y su preservación', pero... ¿Valió la pena?".

La respuesta es 'no', y así lo han expresado numerosos usuarios en los comentarios de la publicación, que califican lo ocurrido de "vergüenza" y aseguran que el destrozo del vestido es igual que "arruinar un Picasso", puesto que el traje era tan exclusivo que fue cosido sobre el propio cuerpo de Marilyn.

Por el momento, ni el museo que preservaba la pieza, el 'Ripley's believe it or not' de Orlando, ni la propia Kim se han pronunciado al respecto, aunque para la Kardashian va a ser especialmente difícil salir de esta, ya que ni todo el dinero que guarda en sus cuentas serviría para pagar el destrozo irreversible de una pieza histórica.

Tras lo ocurrido, el Consejo Internacional de Museos ha prohibido usar prendas con valor histórico a cualquier 'celebrity'.