CASI ocho años llevaba Javier Bardem persiguiendo al personaje del narcotraficante colombiano Pablo Escobar, hasta que finalmente con Loving Pablo ha podido cumplir algo que define “como un sueño”. Su pareja, Penélope Cruz, le acompaña en esta aventura que ha dirigido Fernando León de Aranoa y que se basa en el libro Amando a Pablo, odiando a Escobar, escrito por la colombiana Virginia Vallejo. Ella, además de haber sido una de las mejores periodistas de la época, fue también la amante y confidente de Pablo Escobar, por lo que su relato otorga un punto de vista personal alejado de otras producciones en torno al narcotraficante colombiano. Así, Loving Pablo narra el ascenso y caída de Pablo Escobar, y su apasionada y tormentosa aventura amorosa con Virginia Vallejo, al amparo del reinado del terror que destrozó a Colombia.

En palabras de Fernando León de Aranoa -Un día perfecto (2013), Los lunes al sol (2002)- la película ofrece “un acercamiento más íntimo a su comportamiento, un relato de los años más duros de la guerra que Escobar libró contra el Estado colombiano hecho desde la distancia corta”. Porque Virginia Vallejo fue confidente del narcotraficante, accediendo al círculo más cercano de la mente criminal más lúcida del siglo pasado, en opinión de León de Aranoa.

El filme muestra cómo Escobar inventó el tráfico de droga a gran escala, el lavado de divisas o propició la conversión de miles de jóvenes de las comunas de Medellín en unos sicarios que declararon la guerra al Estado colombiano, hasta el punto de influir en la política exterior de Estados Unidos en Latinoamérica.

bardem y cruz, un valor La fotografía, en formato panorámico, muestra la dimensión de los escenarios naturales de Colombia, donde realizaron gran parte del rodaje con apoyo de equipo técnico local. El productor del largometraje, Miguel Menéndez de Zubillaga, define como un reto el desarrollo del proyecto, para el que contar con dos caras reconocidas como Javier Bardem y Penélope Cruz -ambos ganadores de un Oscar, entre otros numerosos premios internacionales- le otorga un prestigio que enriquece.

“Eran necesarios dos actores excepcionales para interpretar a estos personajes, tan extremos en sus luces como en sus sombras, en carrera abierta hacia sus abismos. Y reflejar el carisma y la adicción, pero también el horror y la violencia, la locura que habitó en su relación”, reflexiona el director.

Por último, León de Aranoa reivindica la figura de Virgina Vallejo, a quien presenta como una superviviente: “Su voz nos propone un doble viaje. Hacia el interior de la cabeza de Pablo Escobar y su comportamiento criminal, pero también ese que va desde los años de la bonanza, desde el esplendor y la fascinación, hasta la oscuridad y el espanto de la guerra sin cuartel que libró durante una década contra el Estado colombiano”. Y ese viaje que hicieron tanto Virginia como parte de la sociedad colombiana de aquella época, espera a partir de hoy al espectador en las salas de cine.