madrid - No hay ninguna duda de cuál es el tema que mueve la actualidad y agita a la opinión pública en cuestión de sucesos, el juicio a La Manada en Iruñea. Marlasca se plantea un debate: ¿Todo vale a la hora de plantear una defensa? ¿Es lícito criminalizar a la víctima para rebajar o eludir una condena? Es uno de los procesos penales más mediáticos de los últimos años, pero hay otro debate abierto, el papel que han jugado determinados medios y programas, alguno ha emitido las imágenes y la repulsa ciudadana ha obligado a la cadena a retirarlo. Desde hoy, tras El objetivo, La Sexta pone su nota negra a la programación con Expediente Marlasca.

‘Expediente Marlasca’, ¿de qué hablamos ahora?

-Va a ser un programa dedicado a la información de sucesos, haciendo hincapié en la palabra información. Lo que queremos es apartarnos del suceso espectáculo y buscar la información.

Perdone mis reticencias, pero los sucesos que salen en televisión generalmente se convierten en un festival de morbo y especulación.

-Te aseguro que los espectadores de Expediente Marlasca no se van a encontrar con ese tratamiento que convierte un suceso en un espectáculo y que, como tú dices, tiene morbo y especulación.

Hablemos del primer programa, ¿con qué tema lo va a estrenar?

-Va a estar dedicado a la actualidad y queda claro que la actualidad de esta semana es el juicio a La Manada. Este es el tema de arranque, no podíamos dejarlo en el cajón porque es de lo que estamos hablando todos estos días.

Un juicio que se ha convertido en un auténtico espectáculo y el tratamiento informativo en algunos medios deja mucho que desear.

-Procuraremos no levantar ampollas y trataremos de dar información de la manera más seria y rigurosa posible; quizá en vez de ampollas levantemos algún aplauso.

Un tema que no deja indiferente a nadie y alguna cadena ha emitido imágenes del vídeo grabado por los presuntos violadores y han debatido sobre él intentando demostrar que lo ocurrido fue sexo consentido.

-Eso no se va a ver en mi programa. Es muy fácil hacer un programa con imágenes del vídeo o buscando a la víctima de este suceso, pero no es lo que el espectador va a encontrar en el programa.

Parece que casi todo está dicho, faltan las conclusiones de la fiscal, la acusación y la defensa y después la sentencia. ¿Qué va a aportar su programa como novedad?

-Queremos saber quiénes son los miembros de La Manada, por qué actuaron de esta forma, qué habían hecho antes, trataremos de ver si hay grupos parecidos, si hay otras manadas en España, si es un fenómeno emergente...

El morbo es inherente a cualquier suceso, ¿cree que hay exceso de información y narración de detalles que dan paso a la especulación?

-Sin duda. El suceso es un género informativo que da lugar a la especulación, pero también puedes eludirla. Tengo una norma y mi equipo la conoce: cuando no hay, no se da nada. Si no hay una novedad en un caso, no hay necesidad de forzar, no hay que estar retorciendo un suceso en busca de datos que no existen.

De acuerdo, pero lo que ocurre en los medios, sobre todo en televisión, es que un suceso se retuerce y exprime hasta el infinito.

-Cierto. Se han dado sucesos muy mediáticos en los que se han gastado muchas horas de televisión sin aportar un gramo de información. Yo quiero huir de esta forma de hacer informaciones de sucesos.

Usted pretende dar información y solo información de los sucesos. ¿Cree que es ese lo que nos interesa? ¿Piensa que los espectadores van a querer información pura y dura de un suceso?

-Durante años, los periódicos estaban llenos de sucesos narrados como información, sin aditivos. Se ha hecho buena crónica de sucesos. Desde hace casi diez años hago un programa en la radio que se llama Territorio negro y funciona muy bien, lo único que hacemos es información.

Volvamos al juicio de Iruñea. ¿Qué tipo de colaboradores va a tener para abordar este tema?

-No va a haber abogados, policía o criminólogos de cabecera, va a haber gente que sabe de lo que habla y que va a sorprender.

La joven que ha denunciado a ‘La Manada’ se ha visto convertida en ‘culpable’ y determinados medios, además de las investigaciones de los abogados de la defensa, tienen mucho que ver en ello.

-Ha sido uno de los abogados de la defensa. Un debate que resulta interesante y que nosotros vamos a plantear es si el derecho a la defensa es tan absoluto que se pueda hacer lo que se ha hecho en este proceso, criminalizar a una víctima en aras a una mejor defensa. Hay muchas cosas que están por decir y algunos análisis por hacer.

¿Es habitual este tipo de defensas?

-Sin duda. Hay que tener en cuenta que el abuso sexual es un delito privado y, generalmente, los únicos que conocen lo que ha pasado es la víctima y el agresor o agresores. Está claro que a la hora de dirimir una sentencia, lo que se hace es cuestionar la credibilidad de la víctima para defender al presunto o a los presuntos agresores.

Este es el tema central, pero ¿qué más va a tener el programa?

-Tenemos una sección que se llama Malos con historia, que repasará crímenes antiguos. Vamos a arrancar con los crímenes del Jarabo, ocurrieron en Madrid en 1958; también hay una parte del programa que tiene vocación de denuncia y vamos a recorrer varios barrios en distintas ciudades que registran violencia, tráfico de drogas o ruido. Y vamos a hablar de una actividad delictiva que no deja de ser curiosa, los profanadores de cementerios.

Esto último sí que tiene morbo.

-Ja, ja, ja? Lo hacen por distintos motivos, para robar, para rituales...

¿Es la primera vez que se enfrenta a un programa en solitario?

-Desde el principio de Más vale tarde he estado al lado de Mamen Mendizábal y en 2016 se crea una sección que se llama Expediente Marlasca y es el germen de este programa de los domingos, que es más largo y me da la oportunidad de enfrentarme por primera vez a la televisión presentando en solitario.

¿Dónde se siente mejor, en la radio o en la televisión?

-Me siento bien narrando sucesos. Se trata de contar historias y contarlas bien. Yo vengo de la prensa escrita y allí intentaba hacer lo mismo, contar buenas historias.

La sección de sucesos, al menos en prensa escrita, no es el destino que más nos gusta a los periodistas; voluntarios hay pocos.

-Alguien debió decidir que esta sección manchaba de alguna manera el periodismo y eliminaron las cabeceras de sucesos, pero siguen dando información de sucesos. Por cierto, en la prensa local es donde mejor se hacen los sucesos.