aMOREBIETA-Etxano, localidad del Duranguesado atravesada por el río Ibaizabal, aglutina un buen número de monumentos, ermitas y rutas naturales atractivas para el amante del turismo y el paseo. La celebración este fin de semana de la XX Feria de Mujeres Agrícolas y Artesanas sirve de excusa para visitar sus tesoros verdes y patrimoniales.
El pueblo vizcaino, ubicado en el centro de la CAV y dueño de un paisaje accidentado protagonizado por los montes Bizkargi y Urrimendi, celebrará mañana la XX Feria de Mujeres Agrícolas y Artesanas local, en el marco de las actividades relacionadas con el 8 de marzo.
Mujeres de distintos puntos de Euskal Herria acudirán para ofrecer a los vecinos y visitantes una amplia variedad de productos agrícolas y artesanos como pan, repostería, mermeladas, dulces de fruta, verduras, cerámica, ropa o complementos reciclados, entre otros.
Municipio distribuido en diversos barrios, Amorebieta-Etxano cuenta con suficientes atractivos para ampliar la visita a la tarde del sábado y hasta el fin de semana. Su pulmón verde, cercano al casco urbano, es el parque Jauregibarria, que presenta zonas de ocio y resulta indicado para el paseo, el ejercicio y disfrute de la naturaleza. Además, cuenta con un baserri habilitado como cafetería en su entrada.
El amante del patrimonio arquitectónico disfrutará en el pueblo porque en su casco han logrado sobrevivir el Palacio de Cancelada, en la calle Sabino Arana, edificio neoclásico del XIX austero y sencillo, la Casa Harrison, de estilo inglés, y la neovasca de Canuto Basterra.
En el casco también deben visitarse la Iglesia de Santa María de la Asunción y la de San Miguel. Fuera del pueblo conviene hacer un alto en la Casa Fuerte de Bernagoiti, palacete rural de planta cuadrangular y dos alturas del siglo XVI.
Desde el Ayuntamiento, ante el desconocimiento de la riqueza patrimonial existente fuera del casco por parte de los vizcainos y los propios zornotzarras, se propone realizar la denominada Ruta de las Ermitas, centrada en un catálogo con 17 puntos de interés.
La de San Miguel de Dudea es una de las más interesantes. Está construida en mampuesto, sobre planta cuadrada y con cubierta de dos aguas de madera. Su principal interés radica en las ventanas, de estilo románico, y los ingresos, uno al lado del Evangelio y el otro a los pies. Son ermitas que no se abovedan, de aparejo pobre pero que conservan ingresos de medio punto o apuntados que ayudan a clasificarlas dentro de los estilos históricos.
También resulta conveniente visitar algunos de los múltiples ejemplos de caseríos locales, de verdadera calidad histórica y arquitectónica, y sorprendentemente bien conservados.