La prestigiosa guía gastronómica Michelin ha disparado las reservas en una pequeña taberna del centro de Francia al darle por error una de sus codiciadas estrellas, que iba dirigida a un restaurante con su mismo nombre y ubicado en su misma calle, pero de otra localidad. El Bouche à Oreille, situado en la pequeña ciudad de Bourges, que se llevó la distinción hasta que el miércoles se corrigió el fallo, es una cantina sin ambiciones que atrae a trabajadores locales con un menú diario de 12,5 euros. Pero desde que el pasado 9 de febrero Michelin sacó su edición 2017 en Francia, a esa clientela se le comenzó a sumar la de los sibaritas atraídos por su nueva estrella. “Empezamos a estar desbordados. Tengo nuevos clientes que quieren mesas de tres, de cuatro... y al mismo tiempo, a todos los habituales. El problema es que no tengo una gran superficie y solo cuatro manos”, explicó en el diario Le Parisien su propietaria, Verónique. El restaurante que realmente debía figurar en la guía, el Bouche à Oreille de la ciudad de Boutervilliers -un establecimiento con un menú degustación de 48 euros, doble mantel y decoración refinada-, optó por tomarse el fallo con humor.