Eslovenia se niega a entregar a Francia los restos del último rey borbón francés, Carlos X (1757-1836), que fue enterrado en un monasterio esloveno y que una asociación monárquica gala quiere repatriar.

Aquí reposa el muy alto, poderoso y excelente príncipe Carlos X, rey de Francia y de Navarra por la gracia de Dios. Así reza el epitafio en el sarcófago que desde 1836 alberga los restos del último rey borbón de Francia en el monasterio franciscano de Kostanjevica. Un monasterio del que las autoridades locales afirman no se van a mover. “No vamos a entregar al rey francés. Tenemos que acatar su deseo personal. El rey Carlos X quería ser enterrado en el monasterio franciscano de Kostanjevica, que se encuentra en Nova Gorica, en Eslovenia, y eso debe cumplirse”, afirmó el alcalde de esa localidad, Matej Arcon. El primer edil responde así a la reciente creación en Francia de la Asociación por el retorno de Carlos X y de los últimos borbones a Saint-Denis, la basílica cerca de París en la que están enterrados la mayoría de los monarcas galos.

Los restos de Carlos X, rey de Francia y de Navarra entre 1824 y 1830, reposan en esa ciudad eslovena a unos cientos de metros de la frontera con Italia junto a los de otros cinco borbones, incluido su hijo, Luis XIX, y su nuera, María Teresa de Francia, hija de Luis XVI y la reina María Antonieta.

el último borbón Para los franceses, se trata de su último rey borbón y el último que tuvo una ceremonia de coronación, mientras que para los eslovenos es el único monarca enterrado en el país, además de un imán de turistas. Carlos X, conde de Artois, era el hermano menor de Luis XVI, guillotinado durante la Revolución Francesa en 1793.

Carlos huyó de Francia en los primeros días de la revuelta y regresó en 1814, poco antes de la derrota de Napoleón y de la restauración borbónica en la figura de Luis XVIII. Al morir este monarca en 1824, Carlos, su hermano, fue proclamado rey. Su conservadurismo extremo y sus intentos de reinstaurar el Antiguo Régimen y abolir los principales logros de la Revolución provocaron una revuelta que le obligó a abdicar y exiliarse en 1830.

Tras pasar por el Reino Unido y Praga, Carlos viajó a Gorizia, en Italia, entonces parte del Imperio Habsburgo, y pasó allí sus últimos 17 días de vida, en un palacio desde cuyas ventanas se ve el monasterio de Kostanjevica, donde fue enterrado. El alcalde de Nova Gorica afirma que no se trata de la primera vez que los monárquicos franceses plantean tal demanda, pero asegura que solo ha sabido de este nuevo intento a través de los medios. El Ministerio de Exteriores esloveno confirmó que tampoco ha recibido una solicitud oficial en ese sentido y que mantiene desde hace años contactos regulares con el Real Consejo-Instituto de la Casa Borbón.

Matej Arcon explica que el sepulcro de los Borbones, después de casi 200 años, es un símbolo inseparable de Nova Gorica. “El monasterio franciscano de Kostanjevica y la sepultura de los borbones son uno de los monumentos más importantes de Nova Gorica”, que “cada año atraen a gran número de turistas”, insiste. Artesanos locales hicieron los sarcófagos de mármol en los que fueron colocados los féretros de plomo con los restos mortales de los borbones. El monasterio está rodeado de uno de los mayores jardines de rosas Bourbon del mundo.