pODER compartir una comida con Iñaki de Mujika es un lujo. El jefe de deportes de Onda Vasca busca un lugar especial para él, el hotel Amara Plaza, el sitio desde donde cada lunes hace una tertulia, de 15.00 a 16.00 horas, sobre la Real Sociedad. Es un hombre afable, muy reconocido en Gipuzkoa por su dedicación al deporte, no solo al fútbol, también a otras disciplinas menos mimadas por los medios de comunicación.
Muy ágil con la palabra, es irónico, culto, un excelente gastrónomo, viajero y, sobre todo, un gran conversador. A lo largo de la comida habla de algunas tentaciones, todas muy confesables, por ejemplo espera como agua de mayo que llegue mayo. Aunque parezca una redundancia no lo es, porque es el mes de las cerezas, una fruta que le hace perder la cabeza; las vainas, sobre todo las del país, también le vuelven loco: “Me gusta todo lo que esté bien hecho, lo que se cocina con mimo”, señala. Una de sus pasiones es el románico y viajar en torno a este estilo arquitectónico es una de sus mayores aficiones.
Le gusta la buena mesa, sin complicaciones, la cocina rica y con producto de temporada: “Cuando hay tertulia siempre pido un solo plato, hoy me he decidido por un plato de arroz con chipirones y salsa de calamar; a veces tomo un postre y a veces un café, depende del tiempo que tenga”, señala, satisfecho con su elección de un menú del día con diversas y exquisitas opciones.
La conversación comienza con temas de gastronomía y viajes; para finalizar, nada mejor para la digestión que hablar de deportes, de fútbol, de la Real, del Athletic y del Eibar. Tres equipos, cada uno a su manera, que ocupan horas de radio y páginas de periódico. En dos horas realizamos cuatro viajes: románico, parisino, gastronómico y deportivo.
viaje románico La comida es el plato fuerte y de Mujika vuelve la vista atrás: “¿Te acuerdas cuando el pollo lo era todo? Un plato de lujo. Recuerdo ir a alguna boda con mis padres y siempre había pollo, ahora no se le da ese valor, pero hace años, muchos, sí que era todo un lujo”, la conversación gira alrededor de las posibilidades de comer de todo en cualquier época del año.
“En cuanto puedo me escapo a ver iglesias románicas. Hace dos veranos estuve viendo el románico catalán. Hace unos años, me fui hasta Quintanilla de las Viñas, en Burgos, para ver un visigótico. Es un pueblo pequeñísimo y la iglesia estaba cerrada; tienes que llamar a la puerta de una señora, te da la llave, ves la iglesia y le devuelves la llave”. Iñaki de Mujika relata con placer ese viaje que hizo a un pueblo, desconocido para muchos, con la exclusiva intención de ver una de las rarezas del arte visigodo que existen en el Estado.
En sus preferencias arquitectónicas hace referencia a Ernest Gombrich, historiador de arte, cuando define al románico como la iglesia militante y al gótico como la iglesia triunfante: “En las iglesias románicas sientes que la arquitectura te acoge y te recoge. Hay góticos maravillosos, el francés por ejemplo. Me gusta mucho”.
viaje por parís Su espíritu viajero le lleva también por los museos: “En eso soy más selectivo. Me gusta mucho viajar a París, cada vez que puedo, me escapo. He ido mil veces por un sitio y en el mismo lugar encuentro algo diferente en cada viaje. Me gusta ver a los impresionistas, me gusta el Sena; montar en barco en el Sena y pasar un frío tremendo. Hace dos inviernos estuve allí con nueve grados bajo cero, hacía un sol radiante pero no calentaba. Me gusta también subir al campanario de Notre Dame, pero reconozco que lo paso mal subiendo las escaleras”, la capital francesa le resulta fascinante y supone para él una liberación.
viaje gastronómico Después del viaje por el románico y por París, volvemos a la mesa y habla de su plato estrella, un plato que depende de las circunstancias: “Te voy a contar una anécdota de hace tiempo. Estuve en Barcelona’92, había una especie de bufet para toda la prensa, comíamos todos los días lo mismo. Quince días después de salir de casa, cuando terminaron los Juegos, volví, dejé las maletas, llamé a unos amigos y nos fuimos a un caserío a Irun donde nos dieron una ensalada mixta con lechuga y tomate del país. La necesitaba. Luego pedimos unos huevos fritos con patatas y bebimos sidra. Para mí, ese fue mi plato estrella en ese momento. Lo demás, me gusta todo, menos los caracoles, no puedo con ellos. En cada momento, un plato estrella”.
Si hay que elegir una fruta, se queda con las cerezas: “Estoy esperando que llegue mayo y hasta julio, esos son los meses de las cerezas, es una fruta muy puntual. Me gasto una pasta, más que en el resto de comida. De hecho, he ido al valle del Jerte para ver los cerezos en flor, una maravilla”, relata ese viaje gastronómico con sumo placer. Cerezas compradas en Baños de Montemayor, Cáceres; adquisición de jamón en Guijuelo y morcillas en Burgos, una ruta completa a través de “magníficos productos, una ruina, vamos; pero qué bueno está todo”.
viaje deportivo El postre a esta comida va a ser un recorrido por una de las facetas que más le acredita como profesional, pero que no es la única, el deporte. Es la voz de la Real, maestro de periodistas, pero no descuida disciplinas deportivas que tienen un eco menor en los medios de comunicación. Compañeros de él en Onda Vasca le han oído comentar partidos desde que eran niños.
Ve a su equipo, la Real, en una posición serena en la liga, y esta vez jugará como periodista fuera de su terreno hablando del Athletic y del reto que tiene el equipo vizcaino en el Camp Nou el 30 de mayo, la final de Copa: “Me gusta este estadio. Creo que estamos en igualdad en cuanto a número de aficionados, el terreno de juego va a estar espléndido, la grada preciosa, seguro. Es un gran escenario para una gran final, de todos los campos es el que más me gusta, porque es en el que cabe más gente”, señala convencido.
No quiere hacer pronósticos, aunque dice que no es por no mojarse: “Queda mucho tiempo y pueden pasar muchas cosas. Depende si el Barça gana la liga o gana la Copa de Europa, con lo cual habrá cumplido de sobra con objetivos de victoria, o que no gane nada y esté con la necesidad de sumar un título. El Athletic estará liberado de todo y llevará mucho tiempo preparando esta final. Falta tiempo, casi dos meses”.
Cuando se le pregunta por quién quiere que gane esta final señala que “relativizo mucho en fútbol, me apetece un buen partido. Por algunos jugadores, me encantaría que ganara el Athletic porque tengo relación con ellos. De todas formas, hay que aplaudirles porque han hecho una gran temporada”, asegura, dejando de lado rivalidades.