En diciembre de 2013, la reina Isabel II de Inglaterra promulgó un edicto que indultaba al matemático británico Alan Turing de los cargos por los que fue condenado en 1952: homosexualidad y falta de arrepentimiento. Dos años después de aquella sentencia y de ser sometido a la castración química, Turing se suicidó. Sus aportaciones científicas a la inteligencia militar de su país, que ahorraron dos años más de guerra en Europa y miles de muertos, no fueron suficientes para derribar los muros de intolerancia levantados por siglos de puritanismo. Fue condenado por indecente y por pervertido.
The imitation game recorre la vida del matemático en tres planos temporales que se van intercalando a lo largo de la cinta: el del Turing adolescente que por primera vez es consciente de su homosexualidad (interpretado por Alex Lawther); el del periodo 1939-1941 (al que da vida Benedict Cumberbatch) en el mítico centro militar británico de Bletchley Park, donde coincidió con Joan Clarke (Keira Knightley), Hugh Alexander (Matthew Goode) y John Cairncross (Allen Leech) en su misión de descifrar los códigos alemanes durante la II Guerra Mundial; y, finalmente, en 1951, cuando en el transcurso de una investigación hace pública su homosexualidad y cambia su suerte.
Es en el segundo periodo en el que se centra la película, en los años en los que madura la figura de Alan Turing como mito de la Historia británica y en el que comparte protagonismo con el personaje que interpreta Keira Knightley, la científica Joan Clarke, quizá la persona que mejor entendió al matemático inglés.
el padre de la computación La degradación que sufrió en vida y el olvido social posterior no fue óbice para que sus investigaciones se incorporaran al incipiente desarrollo de la computación. Nadie cuestionó sus aportaciones a la informática moderna y aún hoy son estudiadas. Turing planteó que la máquina que lleva su nombre era capaz de implementar cualquier problema matemático que pudiera formularse mediante un algoritmo. Es una hipótesis de validez indemostrable, pero aceptada universalmente desde que el matemático la planteó.
Uno de los principales atractivos de la cinta es el enorme talento que reúne el plantel de actores británicos que da vida a los protagonistas. A Benedict Cumberbatch le conocemos sobre todo por su papel de Sherlock Holmes en la adaptación moderna de la BBC. En su país cosechó un enorme éxito y un premio Olivier por su Frankenstein en el Royal National Theatre. Ha trabajado con Spielberg en War Horse y dado vida a Julian Assange en The Fifth Estate, dirigida por Bill Condon.
Keira Knightley se hizo popular con sus participaciones en Piratas del Caribe y películas como Quiero ser como Beckham, Orgullo y Prejuicio o Expiación. En The Imitation Game destacan otras interpretaciones de reputados actores, como las de Mark Strong o Mathew Goode. La película ha obtenido cinco nominaciones en los próximos Globos de Oro.