La ‘herencia del siglo’ para un donostiarra
Un juzgado declara a una persona de 84 años nieto y heredero de José Arana Elorza, empresario guipuzcoano
EL titular del Juzgado de primera instancia de Getxo lo ha tenido tan claro que ni siquiera han sido requeridas las pruebas de ADN para declarar a un vecino donostiarra de 84 años nieto biológico y, por tanto, heredero de los bienes de José Arana Elorza, acaudalado empresario guipuzcoano relacionado con el mundo taurino y de los espectáculos, que da nombre a una calle del barrio de Gros.
Fallecido hace 106 años y considerado el padre de la Semana Grande donostiarra, hizo fortuna y negocios tanto en tierras vascas como en la capital del reino donde, entre otras ocupaciones, fue empresario del Teatro Real de Madrid. Fernando Osuna, el abogado que ha tramitado la demanda declaraba la intención de su representado de reclamar la parte que le corresponde de todos los bienes de que disponía el empresario guipuzcoano a su muerte en 1908.
El fallo judicial ha llegado después de que el descendiente del hijo no reconocido que tuvo este empresario en 1898 con una doncella de 17 años que trabajaba a su servicio interpusiese una demanda de reconocimiento de filiación paterna contra una familiar viva de José Arana Elorza, residente en la localidad de Getxo. En la demanda se acreditaba que, fruto de esa relación natural, la joven doncella tuvo un hijo varón que el empresario guipuzcoano, nacido en Eskoriatza, no reconoció aunque contribuyó económicamente a su mantenimiento y educación.
Tirar del hilo “Era una historia conocida en la familia. Lo que no sabía era que mi bisabuela había sido su doncella. Tiré del hilo por algunos documentos que aparecieron en casa tras la muerte de una tía mía. Me fui a Eskoriatza y allí me facilitaron unos libros de la testamentaria en los que aparecían como legados mi bisabuela y mi abuelo. A la doncella y al hijo les dejaba 15.000 pesetas de aquel entonces, algo que nunca entendieron ni en el pueblo”, describía ayer Alberto, biznieto de Arana Elorza.
Estas pruebas, así como el parecido razonable entre ambos [fotografías centrales presentadas en el juicio] y otras coincidencias: mismo nombre y querencia por el mundo taurino -José Cortabarria fue periodista especializado en este campo- han sido fundamentales. Ahora, se pondrán en contacto con la Fundación Arana Elorza y solicitarán la tasación de los bienes que poseía el empresario cuando falleció. “Veremos lo de la herencia y qué nos corresponde”, sentenciaba el biznieto.
Más en Vivir
-
Naturaleza e historia en el gran cañón del Ebro, una ruta por el norte de Burgos
-
Siete rincones cántabros imprescindibles que necesitas visitar si viajas a esta comunidad
-
Si crees que pasas mucho tiempo con el móvil, quizá necesites una ‘dieta detox’ con ‘dumbphone’
-
"Nuestras redes son las más seguras porque son las más modernas del mercado"