Bilbao - ETB-1 estrena mañana a las 22.35 la segunda temporada de Tribuaren Berbak. El espacio que dirige y presenta Kike Amonarriz vuelve con el mismo propósito de hacer disfrutar “en euskera y con el euskera”, dando a conocer los aspectos más llamativos de esta lengua y con la intención de ampliar la tribu del programa. Junto a Amonarriz, participaron en la presentación el director de ETB, Eduardo Barinaga; el viceconsejero de Política Lingüística, Patxi Baztarrika; y la directora de Comunicación de Laboral Kutxa, Marije Etxaniz.

Amonarriz espera que esta temporada supere en interés a la anterior porque son muchos los aspectos que quedan por abordar. “El tema de la lengua nos abarca a todos y es omnipresente. Envuelve nuestra vida diaria de una manera muy diferente y hay muchas vertientes desconocidas y sorpresivas. Es lo que queremos trabajar desde puntos de vista muy diferentes, como el año pasado”. La temporada comenzará “con una pregunta bastante provocativa: Zergatik da garrantzitsua euskara? (¿Por qué es importante el euskera?). Intentamos que los espectadores se contesten y estaremos con la sociolingüista Belén Uranga y con Amaia Antero, que darán su punto de vista sobre la importancia de la multiculturalidad y el multilingüismo, tanto a nivel mundial como en Euskal Herria; y hablaremos también con Jon Landaburu -un euskaldun que lleva 40 años trabajando en Colombia a favor de las lenguas indígenas- y con Bernardo Atxaga”.

Pero habrá temas muy distintos. De hecho, Amonarriz destaca que “vamos a entrar más en la Historia y el segundo capítulo es sobre las guerras mundiales y el euskera, para lo que hemos trabajado desde tres puntos de vista: qué importancia han tenido estos conflictos en el idioma, especialmente en su retroceso en Iparralde; también el uso que se hizo del euskera en la II Guerra Mundial y cómo trabajan hoy los corresponsales de guerra euskaldunes”. El director y presentador de Tribuaren Berbak reconoce que uno de los valores del programa es que “intenta buscar un enfoque inusual y también humanizar la visión de las lenguas, al fin y al cabo son entes abstractos que se materializan en cada persona”. Más adelante se ocupará del euskera en la Margen Izquierda y se verá “que perduró en esa comarca hasta principios del siglo XX o que en el XVIII había personas que hablaban euskera con toda normalidad”.

Amonarriz se ríe cuando se le pregunta si es “el filólogo feliz” y reconoce que es “un trabajo apasionante que permite conocer realidades, proyectos y personas interesantísimos. Hacer un programa de este tipo es un regalo y he recuperado un poco el aspecto filológico y sociolingüístico de mi vida”. Tras ocho temporadas en el concurso Mihiluze, cree superado el reto del cambio a un espacio divulgativo. “Era un reto. Yo no había hecho televisión en la calle y el equipo de trabajo -guionistas, realizadores, grafistas...- me ha ayudado y enseñado mucho porque no es un formato fácil”. En lo que a él respecta, Tribuaren Berbak también puede durar ocho temporadas. Del propósito inicial de “dar una vuelta de 360 grados alrededor del euskera”, cree que ya lleva muchos andados: “Daremos esa vuelta y empezaremos de nuevo”.