Colgados por los puentes
DEIA reparte mañana una muestra de los transbordadores del mundo
LOS vizcainos tenemos fama -muchas veces justificada- de fanfarrones pero, en lo referente a este caso, nos quedamos cortos en el alardeo. Y es que podemos decir con orgullo y la cabeza bien alta que fue un grupo de vizcainos, capitaneados por el arquitecto Alberto de Palacio, quien hizo de nuestro puente colgante el número uno. No por ser el mejor, que también, sino porque el Puente Bizkaia fue el primero de una larga lista de transbordadores que se han ido elevando sobre las aguas en distintas partes del mundo. DEIA realizará mañana un homenaje a esta estructura, que solucionó un problema de comunicación entre orillas permitiendo la navegabilidad, con una lámina que recoge los que aún se mantienen en funcionamiento.
El mundo llegó a disfrutar de una treintena de puentes colgantes, cuyo diseño se basó en el levantado entre las orillas de Portugalete y Getxo. Ahora, quedan en pie ocho supervivientes de hierro que, superando su talante puramente práctico, se han convertido en importantes reclamos turísticos. De ellos, por el momento, únicamente el de Bizkaia ha logrado alzarse con el máximo reconocimiento a nivel mundial después de que en 2006 fuese nombrado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad en la modalidad de Arquitectura. Esa senda, abierta por el transbordador vizcaino, es la que deben seguir los siete puentes restantes.
Recuerdo permanente El periódico contendrá mañana en su interior esta lámina que, de manera gratuita, ha realizado DEIA junto a la Puente Bizkaia -gestionado por el Transbordador de Vizcaya S.L.- y la Unesco. Así, de un solo vistazo se podrán recorrer los ocho puentes colgantes repartidos por el mundo, cuyas características son muy similares. A lo largo de la historia se han registrado construcciones de este tipo en Francia, Reino Unido, Alemania, Estados Unidos, Rusia, Brasil, Argentina y Túnez; países que centraron su vista en el modelo vizcaino para después exportar la idea. Si eso no es motivo para ponerse fanfarrón...