hogar, ¿dulce hogar? Todo depende de los productos que cada uno utilice para hacer de su casa un sitio acogedor. A veces, aislarse del mundanal ruido y del irrespirable ambiente urbano no es tan fácil y los culpables, sin saberlo, son los propios ciudadanos. Ambientadores, detergentes o perfumes son algunos productos que se usan en el hogar de forma cotidiana a pesar de que contienen centenares de sustancias químicas que pueden perjudicar la salud y que hacen que el aire que se respira en casa sea diez veces más contaminante que el de la calle.
Por este motivo, la Fundación Vivo Sano ha lanzado la guía Hogar sin tóxicos, que de forma "sencilla y didáctica" pretende informar a los ciudadanos de los productos que pueden ser tóxicos, las enfermedades que pueden producir, a la par que propone alternativas a ellos tan sencillas como el limón, el vinagre o el bicarbonato.
Su autor, el comunicador y experto en temas medioambientales Carlos de Prada, explicó ayer, en una rueda de prensa en Madrid recogida por Efe, que en los hogares hay una alta concentración de contaminación química a causa de los productos que se usan para la limpieza de los mismos, para la higiene corporal y por las distintas pinturas o barnices utilizados, entre otros. "Un solo producto de limpieza puede tener centenares de sustancias químicas diferentes. No sabemos lo que estamos metiendo en casa", subrayó De Prada, quien hizo hincapié en que existe el convencimiento de que los productos que se comercializan han pasado un control, pero lo que ha prevalecido hasta ahora "es el descontrol".
etiquetas escasas En este sentido, explicó que, por ejemplo, se evalúa si causa dermatitis en la piel pero no si puede tener otros efectos nocivos para salud, a lo que se une que las etiquetas de los productos son "extraordinariamente laxas y escasas" en cuanto a la información que proporcionan al respecto. De Prada comentó que en Europa se prerregistraron 143.000 sustancias químicas, de las que sólo se han evaluado los efectos para la salud o en el medioambiente en menos un uno por ciento: "parte de esa química es la que metemos en el hogar a través de los productos de limpieza", insistió el autor.
Detrás de la palabra "fragancia" incluida en la etiqueta de cualquier producto puede haber hasta 3.000 sustancias y de ellas, dijo De Prada, 700 pueden causar problemas para la salud. La guía forma parte de la campaña que inició hace un año la Fundación también bajo el nombre "hogar sin tóxicos" que entre otros objetivos, pretende que el Estado español prohíba el bisfenol A en todos los materiales que estén en contacto con alimentos.