"Espero que se eche de menos un 'CqC' que saque los colores al Gobierno de Rajoy"
El miércoles, el doctor Gimeno -Pablo Carbonell- abrirá de nuevo su quirófano de 'Hospital central'. La serie comenzará su temporada número veinte y será un espejo de lo que ocurre en la sociedad. El centro sanitario de Telecinco también tendrá que hacer recortes
BILBAO. Le gusta la ficción y por ello le gusta más definirse como actor que como presentador o cantante. Se lleva bien con la medicina y la conoce bien, no por haberla estudiado, más bien por haber pasado varias veces por el quirófano. Es muy crítico con el gobierno de Rajoy y su batería de recortes sociales.
Refresquemos un poco su papel.
Interpreto al doctor Gimeno. Sabe mucho de medicina, es un cirujano que tiene muchas horas de vuelo, pero el tiempo que ha estudiado es el tiempo que le ha robado a las relaciones sociales y personales, incluso a su corazón. Es un patán.
¿Un raro?
No. Es diferente, no sabe relacionarse con los demás y eso le plantea problemas. Tiene buen corazón. Es un hombre sin codicia, es un alma buena. Es una golosina de personaje.
No le pega nada su papel.
No me ves serio. Pues lo soy, doy el pego como médico y me lo paso estupendamente haciendo este papel.
Una serie con veinte temporadas.
Es una auténtica maravilla. Que los productos televisivos duren es un milagro, este es uno de ellos. Yo estoy muy satisfecho de haber participado en una parte de su trayectoria. Es un producto bien hecho y bien trabajado.
¿Qué tal se lleva usted con la profesión médica?
Fenomenal. Estoy operado de hernia de hiato, de esófago, de hernia umbilical, de meniscos y de escoliosis...
¡Qué barbaridad!
Me encantan los médicos, como puedes comprobar los he usado mucho.
Ya lo veo. Supongo que ha terminado, porque seguro que ha consumido su cota de gasto sanitario.
Pues no, todavía me quiero poner una prótesis de cadera. Yo lo que necesite, como cualquier otro ciudadano. Lo veo así de claro.
Seguro que Rajoy no lo ve tan claro.
Te aseguro que en mi caso está más que justificado. Ya sé que quiere recortar, pero no lo puede hacer siempre en sectores que son imprescindibles.
¿Hipocondríaco?
No, no mucho. Todos tenemos nuestras reservas a veces, pero no soy muy aprensivo. Siempre me ha tratado bien la medicina.
Ya veo que es un paciente con mucha experiencia.
Los médicos me han arreglado unas pocas cosas, es la verdad, pero la materia prima es buena, créetelo.
No tengo dudas. ¿Cómo es la salud de su profesión?
Está claro que la crisis ha llegado para todos. La gente mira el ocio con lupa, tiene mucho cuidado. Pero mira, ahí tienes todos los campos de fútbol llenos y no los teatros. Esta profesión es una vocación y vamos a seguir actuando, queremos seguir haciendo reír a la gente.
¿Hacer reír es ahora más barato?
Claro, se cobra menos, eso está claro, pero qué le vamos a hacer. Para mí lo más importante es hacer lo que me gusta y eso es lo que hago.
Se dice que en tiempos de crisis se agudiza el ingenio.
Exactamente, y a río revuelto ganancia de pescadores. Lo que pasa es que en este río seguro que no pescamos todos los pescadores, solo algunos. Lo mejor es salir adelante con ingenio y creatividad.
Hablemos un poco de música. ¿Es posible resucitar a Toreros Muertos?
Nos han llamado de nuevo, quieren que toquemos en Miami y hasta en Nueva York. Seguramente que estaremos unos quince días por ahí, por las Américas. En Madrid tenemos previsto un concierto el 7 de junio.
¿Cómo definiría después de los años a Toreros Muertos?
Como una banda anacrónica. Es una especie de broma sobre el mundo de la música. Es curioso, a mí siempre me ha llamado la atención las licencias que tenemos.
¿Licencias? Explíquemelo.
Yo canto canciones que pienso que son una burla y nos siguen llamando. Ha pasado el tiempo y seguimos estando ahí. Increíble.
¿Qué significa la banda para usted?
Significa la libertad, viajar por el mundo, es una diversión.
Cantante, actor, presentador... ¿Qué es lo que más le gusta?
Si tengo que quedarme con alguna, me quedo con la de actor. De vez en cuando canto; presentar, qué te voy a decir, hay tan pocas cosas interesantes que presentar y discutir... Me gusta más la ficción.
Reportero de 'Caiga quien caiga'. ¿Qué me dice de ese trabajo?
Ser reportero me divertía mucho, pero no dejaba de ser otro personaje. Fue una época divertida e hice mi papel, creo que fue bueno para todos, para los espectadores y para los que hacíamos el programa.
¿Echa de menos la etapa de este programa?
No, pero espero que la sociedad esté empezando a echar de menos un Caiga quien caiga que le saque los colores al partido del gobierno, al Gobierno de Rajoy...
¿Muy crítico con el Gobierno español?
Por supuesto, espero que alguien le saque los colores con esta bajada de pantalones que se está haciendo ante la economía de guerra de la señora Merkel. Es vergonzoso.
¿Cree que Rajoy es el 'pinocho' del mundo político?
En realidad tampoco habría que centrarse solo en Rajoy. Creo que muchos políticos no son capaces de decir en campaña las cosas que luego van a hacer. Ningún partido en campaña anuncia medidas como estas. La gente se está cabreando mucho y se ha aburrido bastante.
¿Qué recorte le parece el más doloroso?
La sanidad para los extranjeros me parece que es obligar a los médicos a renunciar a su juramento hipocrático. El derecho a la sanidad es un derecho universal, independientemente de dónde seas. Me parece de un egoísmo brutal lo que están haciendo.
También la cultura y la educación está en entredicho.
Por supuesto. Lo que se ha negociado para el cine no llega a lo que se viene a pagar a una de nuestras estrellas del fútbol. No nos planteamos si nos interesa tener tantos equipos en competiciones internacionales. Me quejo de las concesiones que se hacen a determinados deportistas.
¿Cree que hay desequilibrios?
Sí. Dejar de hacer diez películas es menos importante que una estrella del fútbol. Hacer diez películas da de comer a mucha gente.
La gente vive el fútbol con pasión. ¿Es usted futbolero?
Nada, absolutamente nada. Si tengo que ser de un equipo soy del Cádiz porque nací en Cádiz, pero no me interesa nada.
Ayuda a olvidar penas, ¿no cree?
Hay muchas formas de olvidar penas.
Cine o teatro, supongo.
Puede ser una alternativa.
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