bilbao. Tienen una vida tan usada que parecen dos. José Ángel Pereda es, a todas luces, eso que el pueblo llama un culo inquieto y la Academia un hombre de múltiples vocaciones. Desde la organización de las fiestas de Iorgi (Sodupe) en su juventud, hasta la creación del Kolektibo Bakalao, donde compartió comedias y tablas con Ramón García -hoy las inquietudes teatrales del Kolektibo han variado y sus integrantes participan, sobre todo, en certámenes gastronómicos...-, pasando por su profesión de 30 años como informador comercial, "una suerte de buen espía, para resumirlo", speaker -lo fue de la San Silvestre de Sodupe durante muchos años...-, coordinador general de delegados del fútbol base del Athletic o coordinador de los recogepelotas de San Mamés, todo es poco para José Ángel.

¿Qué no daría por un micrófono?

Tengo que reconocerlo, sí. El micrófono y el Athletic me gustan más que un niño un caramelo.

¿Cuándo se dio cuenta que nunca jugaría en San Mamés?

Cuando empezó a gustarme la cerveza, ja, ja, ja. No, es broma. No tuve condiciones suficientes pero sí guardo una anécdota con mucho cariño.

¡Desembuche!

Yo jugaba en el juvenil de Sodupe y siempre iba a entrenar con un amigo al que recogía camino del campo. Su madre me solía decir que iba a llegar al Athletic. Cuando entré como delegado me lo recordó alguna vez: ¡ves cómo ibas a llegar! La mujer ya ha muerto pero la recuerdo con cariño.

Viajemos a los comienzos... ¿Qué era Kolektibo Bakalao?

Un grupo que fundamos un puñado de gente joven e inquieta que hacíamos teatro, sobre todo, comedia. Allí coincidí con Ramón García. Fue él quien me metió el gusanillo del micrófono.

¿Recuerda la primera vez...?

¡Hombre, dicho así!

¿...que cogió un micrófono?

¡Ahhh! Fue en un escenario, junto a Ramón. Había casi mil personas abajo y le pregunté por el guion... ¡No había! Todo ha de ser improvisado. Sobre todo, me dijo, no mires a la gente a la cara. Llegamos a hacer buena pareja, él como disc- jockey y yo como speaker.

¿No había una salida profesional en ese mundo?

Yo ya tenía encarrilado el mío. Aunque una vez grabé una cuña de jamones que estuvo sonando durante 15 días en una cadena de supermercados. Hoy hago de speaker, sobre todo, para mis amigos y de forma desinteresada.

En Bilbao comienzan a conocerle...

Algo más sí. Tengo una cuadrilla de amigos, con el pregonero Isidro Elezgarai al frente, que me llaman bilbaino de acogida. Pero que quede claro que defiendo Sodupe allá donde vaya. Uno es de su tierra, esté donde esté.

Una de apretón. ¿Le ha pedido Urrutia que vaya a ojear a los recogepelotas de Osasuna?

¡Qué cabrón! No me ponga en ese aprieto. Lo que tengo claro, y hablo como aficionado, es que el Athletic tiene un estilo propio, una forma diferente a la de los demás de hacer las cosas.

¿Qué le comentan sus compañeros de trabajo de su 'oficio' los domingos por la tarde?

Hay uno que me llama jefe balonero y los demás, claro, se descojonan.

¿Cuál ha sido el momento Athletic que le quedó más grabado?

Ver al Gran Capitán, a Dani, levantar la Copa al cielo es lo más grande. ¡Y además era de Sodupe! Pero ya va siendo hora de que otros tomen el relevo. Ya en un banquillo, vivir desde dentro la final de Copa con los juveniles fue toda una gozada.

¿Y los peores?

Alguno habrá, seguro.

¡Suelte prenda!

Dejémoslo en secreto de confesionario.

¿También guarda secretos en su trabajo?

Ahí los revelo. Damos información comercial y de riesgo a empresas que solicitan informes sobre otras. Tenemos una base de datos de más 200 millones de empresas.

¡Espionaje!

No somos exactamente Mata Hari pero con un poco de imaginación sí se puede llamar así, sí.