La 'Vettel' de los caracoles

Logroño

BEATRIZ Aranegui Benito, de cinco años y vecina de Gasteiz ganó ayer el XXV Rally de Caracoles celebrado en Tricio, con su caracola Rápida, que logró arrastrar una lata de conserva de pimientos de 350 gramos de peso a lo largo de 161 milímetros durante cinco minutos.

Según informó a Efe el organizador de la prueba, Pedro Julián Alegría, la caracola de esta niña pesaba siete gramos y calificó de "curioso" que los moluscos con menor peso son los que más agilidad muestran al mover la lata. Por contra, detalló que en la prueba de este año participaron dos moluscos franceses de un mayor tamaño, que prácticamente no movieron la lata: "uno no ha conseguido desplazarla y el otro sólo 5 ó 6 milímetros".

Esta carrera se remonta a hace más de dos décadas, cuando un albañil vizcaino que veraneaba en Tricio se sorprendió de la fuerza que tenía un caracol, que arrastraba una alpargata, por lo que propuso organizar una carrera, explicó el organizador. Este año han participado 64 caracoles -dos más que en la edición de 2010-, que se han distribuido en cinco tandas de competición de cinco minutos cada una, con el objetivo de arrastrar lo más lejos posible la lata de espárragos o pimientos en conserva, colocada sobre un tablero de madera.

El segundo clasificado fue el niño Iker Sacristán Mendía, de seis años, de Tricio, con su caracol Farruquito, que arrastró la lata 146 milímetros, y el tercero, Sergio Fernández, de cuatro años, de Tricio, con su caracol Gari, que ha desplazado su lata 145 milímetros.

La primera clasificada recibió un premio de treinta euros y trofeo; el segundo, veinte y trofeo y el tercero, diez y trofeo, aunque, según explicó el organizador, todos los participantes -cuya edad media ha oscilado entre tres y ocho años- fueron agasajados con una bolsa de golosinas como acicate para que repitan en próximas ediciones.

La ganadora explicó a Efe que es el segundo año que participa en esta carrera y que puso a su caracola el nombre de Rápida con la ilusión de situarse este año en la primera posición, después de quedar el pasado año como segunda clasificada con su caracol Gari.

Beatriz Aranegui Benito veranea con su familia en Tricio, donde explicó que su tío recogió el pasado mes de julio caracoles para varios de sus sobrinos, que ayer participaron en la carrera. La ganadora detalló también que, una vez recogidos los caracoles, los guarda y alimenta con pan y lechuga. Sin embargo, el organizador ha precisado que una de las claves para el buen resultado de la carrera es que el caracol no tenga la cáscara húmeda, ni desprenda agua, ya que, de lo contrario, no se le puede sujetar la cuerda al caparazón con una gota de pegamento.

Mientras los niños competían en el frontón del pueblo se cocinaban unas novecientas raciones de caracoles, que se repartieron tras la carrera entre los habitantes del pueblo y quienes se acercaron ayer a esta localidad que se ha hecho famosa por este curioso rally.