MADRID. "Sólo soy una empleada a la que han pagado para que maneje el barco", se ha excusado la actriz a la hora de exponer los motivos del hundimiento, cuestión que ha derivado a los responsables de su cadena, aunque no ha podido dejar de comentar que -en su opinión- una audiencia de un 4,9, "en la Sexta está bien".

"Cuando nos quitaron las imágenes de Telecinco, los guionistas se pusieron las pilas y se dio un giro. Luego con Antena3 otro giro. Cuando se fue Pilar (Rubio), otro. Siempre hemos renacido", ha señalado Conde, quien asegura que no se esperaba que tras la marcha del copresentador Ángel Martín "pudiésemos continuar una semana más y hemos llegado al 1.010".

Después de haber sido durante cinco años "el buque insignia de la cadena según los señores de la Sexta", Conde cree que internet ha hecho de SLQH "un programa inmortal", un punto de comparación inevitable para programas venideros, que no lograrán recrear la química que había entre sus conductores.

Precisamente, los momentos compartidos con sus compañeros fuera de cámara, "tan mágicos o más como los que vio la gente", entre cigarros, cenas y karaokes, serán los que más eche de menos la actriz, que dice haberse emocionado con la marcha de Ángel Martín y también con un reciente vídeo que rememoraba todos los premios acumulados, entre ellos, el TP de Oro al mejor magazine.

"Era como un niño pequeño que ha hecho bien los deberes, es algo que nunca había pensado", dice al respecto.

Sobre el programa de mañana, asegura que no sabrá nada hasta pocos minutos antes de empezar la emisión, cerca de las 16.00 horas, cuando le traigan el guion, como ha sucedido siempre.

"Es la esencia, no saber lo que va a pasar, leer al momento lo que dice el prompter. Es un directo-directo", cuenta.

"Lo siento por los proyectos que lleguen después pero estoy cerrado por vacaciones", anuncia esta polivalente profesional, que ha realizado múltiples trabajos para televisión, teatro y publicidad.

"Voy a descansar. Volveré al teatro, pero no es el momento. Durante cinco años no he parado, porque me gusta mucho lo que hago, pero ahora voy a cuidarme, a pasear, a tomar el sol", añade.

Tras las demandas de cadenas como Telecinco, que les impidieron utilizar sus imágenes en sus parodias de ejercicios periodísticos o televisivos, y las críticas de compañeros de profesión, que se sintieron agraviados por sus bromas, Conde cree que, si se ha creado "enemigos que no tienen sentido del humor", no le importa y que eso es más cosa de las altas esferas.

"Somos actores que nos dedicamos a esto y yo no he tenido problema nunca de hablar con gente de otras cadenas", confiesa la presentadora, que asegura que "si un proyecto me gusta, me da igual a donde me vaya, independientemente de la cadena".

Eso sí, subraya que de momento, está "muy a gusto" en La Sexta y que no le hace falta "nada". "Ellos confían en mí y yo en ellos", se despide.