Si a usted aún le cabe alguna duda de que el ser humano desciende directamente del mono o que es el mayor depredador del mundo, siga leyendo esta noticia. La edición electrónica de la revista National Geographic ha publicado que uno de los pocos ejemplares que existen de una nueva especie de mono hallado en Myanmar (Birmania) ha acabado en la cazuela de unos lugareños. Precisamente, los mismos que ayudaron a buscar el ejemplar a los científicos que dieron a conocer el descubrimiento a la comunidad científica. Pero su gozo ha acabado en el pozo, porque Snubby (chatito en inglés), como así le bautizaron por su característica nariz respingona, ha pasado a mejor vida, poniendo sobre la mesa la situación de grave peligro de extinción de esta especie, que para los habitantes del estado de Katchin es un mero alimento más, eso sí, no tan preciado como el oso, especie que también habita en esta zona del sudeste asiático.

El trágico destino del mono en cuestión se gestó cuando cazadores locales informaron a los científicos que conocían desde hace mucho al que llaman "mono con la cara vuelta hacia arriba" o "nwoah" en el dialecto local. Se trata del denominado Rhinopitecus Strykeri, o mono con la cara vuelta hacia arriba, que estornuda cuando llueve, según describen los autores del estudio, integrado por especialistas de varios países.

Para que el agua de lluvia no entre por su nariz, pasan los días lluviosos sentados con la cabeza en sus rodillas. Presentan además una cola larga, de casi el doble del tamaño de su cuerpo, según detalló Ngwe Lwin, del programa de conservación de Myanmar. "Estábamos inspeccionado la zona durante la estación de lluvias y les preguntamos que si tenía sentido buscarlos mientras llovía", explicó Frank Momberg, uno de los miembros de la expedición. "Nos respondieron que por supuesto, que era mucho más fácil encontrarlos gracias a los estornudos".

El estudio, publicado en la revista especializada American Journal of Primatology, pone de manifiesto que hay entre 260 y 330 ejemplares de la especie, que está en grave peligro de extinción en Myanmar, único lugar del planeta donde habitan. En otros países del sudeste asiático hay otras especies de mono de nariz chata.

Los expertos no pudieron fotografiar ningún ejemplar, por lo que las imágenes difundidas son reproducciones digitales realizadas con photoshop.

Una vez que la comunidad científica mundial conocía la noticia, los cazadores que habían acompañado en la expedición a los investigadores dieron caza al animal para comérselo. De hecho, fue conservacionista birmano Ngwe Lwin el que tomó la fotografía del animal muerto, la única imagen que existe de esta nueva especie.

El consumo de carne de mono es una de las principales amenazas de la especie y muchos primates están en peligro crítico de extinción.