El mantenimiento del aspecto de los locales, ya sean comercios como tiendas de ropa, de alimentación, bares, restaurantes… u oficinas, sobre todo si atienden al público o reciben visitas, dice mucho de la empresa o negocio de que se trate. Ello hasta el punto de incidir en la buena marcha y el éxito de los mismos, por lo que las reformas adquieren el valor de una inversión que va más allá de la imagen… hasta la cuenta de resultados.

Con grandes proyectos o simplemente obras menores se puede transformar la imagen que muestra a sus clientes un establecimiento. En este sentido, las firmas especializadas recuerdan que las reformas son siempre necesarias. Y además de los retoques periódicos, que denotan interés por agradar a los usuarios de los locales, cada cierto tiempo aconsejan realizar una obra completa que actualice el espacio y le aporte un toque de actualidad.

Las tendencias en boga a la hora de una reforma o rehabilitación marcarán la pauta en función del estilo que se busque, desde la vanguardia más impactante al aire vintage que revaloriza lo antiguo, pasando por infinidad de soluciones intermedias al gusto del consumidor.

Tipos de reformas integrales

En las reformas integrales de locales se distinguen dos rangos diferentes, directamente relacionados al grado de incidencia: estructural o parcial.

Las reformas integrales estructurales son aquellas que, para desarrollar la mejora, requieren intervenir en las fundaciones, vigas o pilares. Es el caso en que se proyecta, por ejemplo, hacer una nueva planta o colocar una escalera.

Por su parte, las reformas integrales parciales son las más solicitadas, al no tener ninguna incidencia en las estructuras básicas de la edificación. Son obras más rápidas en su ejecución y generalmente están centradas en los aspectos decorativos, por lo que no suelen requerir el cierre por tan largo periodo de tiempo.

El antes y el después

Aun en el caso de que no sea preciso cerrar el local por la realización de obras menores, cuando no son de excesiva envergadura, se plantearán ciertas incomodidades para clientes y trabajadores derivadas de los trabajos de acondicionamiento necesarios. Pero, a buen seguro, sabrán agradecer el resultado y premiarlo con paciencia y comprensión, por lo que este aspecto no debe frenar a la hora de tomar la decisión de una reforma o rehabilitación de un local, tal y como aseguran los expertos.

El contraste y mejora del antes y el después que se podrá apreciar compensa siempre ese tiempo que duren los trabajos. En cualquier caso, hay diversos aspectos a tener muy en cuenta a la hora de acometer reformas en locales. El más importante es la contratación de empresas especializadas en la remodelación de cara a garantizar la regularidad y la calidad de los trabajos.

Licencias y trámites necesarios

Otra de las ventajas de la contratación de una firma de prestigio con experiencia para la reforma integral de un local comercial es que esa empresa deberá hacerse cargo de todo lo que a licencias se refiere. Gestionar la licencia de construcción de la propia obra, los permisos de actividad, la licencia de apertura y los demás permisos necesarios, si no se cuenta con la experiencia suficiente, resulta una tarea bastante engorrosa que puede llegar a ocasionar costes innecesarios, tan solo por desconocer qué normas se deben aplicar. Y es que la inversión segura y el ahorro están en la eficiencia de quien realiza la reforma.

En reformas integrales de locales comerciales, el ahorro se puede optimizar planificando de forma inteligente la obra para no realizar trabajos complejos de forma innecesaria. También se disminuirá el gasto en la factura eléctrica del local, a futuro, haciendo reformas que permitan bajar el consumo eléctrico, como construir ventanas, revestir paredes o techos con materiales aislantes, colocar juntas en puertas y ventanas, etc.

En cualquier caso, es recomendable pensar en pequeñas reformas que solucionen varios problemas a la vez. Un buen ejemplo sería aumentar el tamaño de los escaparates, para que entre más luz, y disponer de más espacio donde exponer el género. El experto sabrá asesorar al cliente para lograr un resultado óptimo de la mano de un equipo multidisciplinar permanentemente coordinado. Porque tratándose de negocios, “el tiempo es oro”.

Funcionalidad y estética

Las cuestiones de funcionalidad y estética que deben regir todo proyecto de rehabilitación han de responder al fin primordial de una buena reforma integral de un local comercial, como es el de lograr que el cliente se sienta a gusto y no tenga obstáculos a la hora de comprar los productos. De ahí que haya que tener accesibilidad hacia ellos.

Un consejo al respecto es hacer cómodo el espacio para caminar, para moverse y para probar productos, creando sitios de descanso para que los clientes se tomen un respiro.

En un local comercial son fundamentales las reformas en el ámbito de la exposición de productos. Un espacio bonito, limpio y bien decorado es un valor agregado para los artículos a la venta y también para el personal que debe trabajar en esos entornos. Así, los estantes, vitrinas y escaparates deben ser los puntos focales de la atención en la reforma de una tienda. Pero además, hay que pensar en espacio para organizar la mercadería. De hecho, optimizar el almacenamiento ayudará a ganar espacio para una mayor comodidad de los clientes y evitará la sensación de desorden que producen los productos fuera de lugar.

La calidad del ambiente

Al realizar el proyecto de reforma es básico que el local transmita una sensación de confort a las personas que ingresan en él si está destinado a comercio o a gestiones con clientes, por poner el caso. Esto se logra con puntos de descanso, con aire fresco, buena temperatura y la iluminación adecuada. Precisamente, la luz tiene un papel fundamental en los diferentes espacios por su capacidad para crear ambientes muy diferentes.

Al mismo tiempo hay que estudiar opciones de climatización específicas para cada tipo de local. Y por último, detalles en los revestimientos de suelos y paredes y adornos rematarán la calidad del ambiente buscado. En este último sentido, los de espíritu vegetal están muy de moda en los espacios que priman el carácter natural, evocando a la naturaleza, frente a la sofisticación o el aire industrial.

El poder de los colores

Uno de los pasos más relevantes al acometer una reforma de un local comercial o de un espacio de trabajo, como las oficinas, es elegir los colores para pintar y decorar. Los colores tienen una sorprendente capacidad para generar emociones y, por tanto, se debe buscar el tono o la combinación de colores más apropiada de acuerdo al estilo del negocio.

En términos generales, en un establecimiento comercial, el azul otorga confianza, los tonos dorados dan una apariencia lujosa, mientras que el rosa ofrece un aspecto delicado. Por su parte, el blanco sirve siempre para ampliar visualmente el espacio por su luminosidad, y el amarillo y naranja, son perfectos para locales de comidas.

La psicología del color es un tema muy interesante también en el lugar de trabajo, dado que la coloración contribuye a generar un buen ambiente y crear una sensación de confort, además de fomentar la productividad. A la hora de escoger los colores, el tipo de actividad que se realiza en una oficina es importante. En este sentido conviene saber que, en toda su gama, el azul ayuda a crear ambientes relajados y aporta agilidad y estabilidad. El gris es tendencia, concede elegancia y modernidad. Es perfecto para un local con nuevas tecnologías o para lugares de reunión. Mientras que el verde está muy recomendado porque proyecta armonía. Recuerda a la naturaleza, así que puede destilar relajación en el ambiente de las oficinas o despachos localizados en pleno centro de la ciudad. Es un color muy elegante, ideal para ámbitos donde se desarrollan trabajos creativos, como agencias de publicidad.

Respecto a un color cálido como el amarillo, especialmente el mostaza, es perfecto para lugares con grandes ventanales, donde la luz se refleje en las paredes. Genera un ambiente cálido y acogedor y es perfecto para espacios donde se trabaja en equipo. Por último, el rojo, si bien no es el color perfecto para pintar todas las paredes, en tono oscuro es ideal para rincones de la oficina, puesto que aporta objetividad y facilita las decisiones. En cualquier caso, la elección de colores para la reforma de un local ha de ser meditada en extremo.