Es bastante común que las personas intenten consumir opciones saludables de pescado. Muchos consumidores tienen en mente que existen ciertas variedades mejores que otras.

En realidad, desde el punto de vista nutricional no hay una opción incorrecta a la hora de comprar tanto pescados como mariscos, si se tiene en cuenta únicamente el grupo alimenticio al que pertenece.

Según la nutricionista Lourdes Castro "como fuente animal", tiene una de las cantidades más bajas de grasas saturadas en relación con las proteínas.

Y es que los pescados, casi todos, tienen una serie de propiedades beneficiosas para la salud. Poseen un alto contenido en vitaminas D y B; gran cantidad de hierro, potasio y calcio; y ácidos grasos omega 3.

El omega 3 es imprescindible para la composición celular del organismo de una persona. Además ayuda a la salud cardiovascular y fortalece el sistema inmunológico.

Nuestro organismo no produce omega 3, por tanto la única forma de obtenerlo es consumir esta clase de alimentos. Por ello, los nutricionistas insisten en la necesidad de consumir pescados dos veces por semana, para aumentar cantidad de ácidos grasos fundamentales en el organismo.

El salmón, el claro ganador

Era de esperar que el salmón fuera el pescado más saludable de todos, ya que supone una potente fuente de omega 3. No solo es más beneficioso, sino que además es el que más cantidad contiene por porción. Los expertos aconsejan que el hombre debe consumir 1,6 gramos y la mujer 1,1 gramos al día de cualquier variedad de salmón.

Ahora bien, dentro de este tipo de pescado, ¿es mejor que sea salvaje o de piscifactoría? Para tomar esta decisión, no solo se debe contemplar la salud, también la sostenibilidad de las poblaciones de peces y del planeta.

Según el científico, Santi Roberts, "hoy en día, existen fuentes ambientales sostenibles tanto en el lado salvaje como en el de piscifactoría".

Las piscifactoría de hoy en día no son como las del pasado, e incluso han dado un salto en cuanto al omega 3 respecta. "Desde el punto de vista nutricional, antes se consideraba que el salmón salvaje era superior al de las granjas" asegura otro de los nutricionistas.

La acuicultura sostenible es una forma proactiva para que la pesca sea capaz de afrontar los graves efectos del cambio climático, ya que no existe una cantidad tan exagerada de peces en el océano para alimentar a todo el planeta. Por otro lado, los científicos recomiendan evitar el atún, por ser una especie complicada de obtener de manera sostenible.

El atún salvaje se vio afectado por la sobrepesca y llevó a que el propio pescado pueda tener un alto contenido de mercurio. A pesar de esto, los expertos no creen que sea necesario evitarlo completamente, pero si hay que investigar que la opción que se compre sea buena. "Hay que evitar comer atún rojo hasta que veamos una mejora significativa en la gestión de esas poblaciones", asegura el experto.

En cuanto a las mejores opciones, encontramos el atún blanco y el bonito, que son las especies que más se consiguen en productos enlatados. También se recomienda que, al comprar las latas, se verifique que ha sido capturado con caña o con curricán.