Con el impulso dado por la OMS en los años 70 y la Conferencia Internacional sobre Atención Primaria de Salud de Almá-Atá (Kazajistán, 1978), se puso de relieve la necesidad de transformar los sistemas sanitarios desde una concepción hospitalocentrista hacia otra estructura que diese respuesta a personas, familias y comunidades desde una perspectiva preventiva y de atención a las necesidades emergentes en materia de salud y, más concretamente, hacia las derivadas de la atención a las personas que padecen problemas crónicos, situaciones de fragilidad y dependencia, final de vida, etc.

La Orden SAS/1729/2010, que establece el programa formativo de la especialidad de Enfermería Familiar y Comunitaria, recoge parte de estos planteamientos. Así, las competencias actuales de esta profesional van desde la provisión de cuidados avanzados en el ámbito familiar y comunitario, a las vinculadas con la salud pública; la gestio?n de cuidados y servicios aplicando los principios de efectividad y eficiencia; la mejora continua de la calidad de los cuidados vinculados a la docencia e investigación, usando la mejor evidencia; generando y difundiendo conocimiento y contribuyendo así al desarrollo de la profesión.

Todo ello, atendiendo a la vulnerabilidad de los sectores sociales más desfavorecidos y manteniendo el principio de equidad en el acceso a los cuidados, con el objetivo de mejorar la salud.

Entre los nuevos roles destacan las enfermeras gestoras de casos, que han cobrado una gran notoriedad por su labor en la gestión de la pandemia; en el apoyo a las necesidades de las personas diagnosticadas de COVID-19 y contactos estrechos.

Si bien esta especialización está demostrando brindar unos cuidados de calidad, todavía falta en nuestra Comunidad una apuesta por puestos funcionales específicos, para conseguir en la atención primaria Enfermeras Familiares y Comunitarias que lideren y revitalicen los cuidados en salud.Unidades Docentes

Multiprofesionales de Atención Familiar y Comunitaria de Euskadi En Euskadi se puede citar, desde el punto de vista de formación de estas especialistas, el papel central de las Unidades Docentes de Atención Familiar y Comunitaria de Bizkaia, Álava y Gipuzkoa. Esta formación de dos años de duración, está basada en la adquisición de competencias mediante aprendizaje activo, reflexivo y tutorizado; integrando el saber (conocimientos), el saber hacer (destrezas y habilidades), el saber estar (actitudes) y el saber ser (valores y creencias).

Durante este periodo, los enfermeros y enfermeras rotan por dispositivos de atención primaria, puntos de atención continuada, distintos servicios hospitalarios y centros sociosanitarios y comunitarios, generando profesionales con una visión amplia del cuidado.