Van terminando poco a poco los días de playa y, quién más quién menos, ha disfrutado con el relax, la proximidad del mar, el calor del verano y las muchas actividades que se pueden practicar en nuestros arenales. Y aunque algunos inconvenientes acarree, en líneas generales la playa es estupenda para la salud.

Tiene sus contras, sí, y la más grave de todas es una inadecuada exposición al sol, que a la larga puede acarrear consecuencias funestas, aunque no es la única: insolaciones, alergias a los rayos del astro rey, picaduras de medusas y otros inconvenientes están asociados a las playas, que no obstante, siempre dejan buen sabor de boca y a las que deseamos regresar en cuanto se pueda. ¿Por qué? Pues entre otras cosas porque incorporan grandes beneficios para nuestra salud y nuestra vida en general. Andrés Rubio, Director General de Thyssenkrupp Home Solutions, desgrana en un decálogo los más importantes:

1. Alivia el estrés. El primer beneficio de ir a la playa es aliviar el estrés. Tanto el sol como las olas, combinados, trabajan para relajar completamente el cuerpo, liberarlo de sus dolores y apaciguar el estrés diario. No solo se libera serotonina casi de inmediato cuando se llega a la playa (la serotonina es una hormona clave para la relajación y la felicidad), sino que el sonido y las imágenes son relajantes y aportan paz (de hecho, los efectos calmantes del sonido de las olas a menudo se eligen para las máquinas para dormir). Además, la terapia de luz es algo prescrito por médicos y terapeutas para ayudar al paciente a combatir la ansiedad y el estrés.

2. Se duerme mejor. Después de unas pocas horas en la playa, uno de los mayores beneficios que experimentará una persona es una noche de sueño maravilloso. Para quienes padecen insomnio y buscan un remedio natural, la playa es una recomendación definitiva, porque ayuda a aliviar tres factores clave que inhiben el sueño: altos niveles de estrés y ansiedad, falta de fatiga física y desequilibrios hormonales. En la playa no solo te sientes inmediatamente relajado al pisar la arena, sino que también se hace un gran ejercicio con solo caminar sobre ella. Además, el sol y la disminución de los niveles de estrés ayudan de inmediato a regular las hormonas de una persona, lo que hace que sea mucho más fácil tener esa noche un sueño tranquilo y profundo. El sonido relajante de las olas cambia los patrones en el cerebro y puede ayudar a una relajación profunda, ayudando a rejuvenecer mente y cuerpo.

3. Se consigue la cantidad diaria de vitamina D. Una de las vitaminas más esenciales en nuestras dietas es la D, y sin embargo, muy poco de ella se absorbe a través del consumo de alimentos. Es posible que bebamos leche enriquecida con vitamina D, pero a menudo no es suficiente para que nuestros cuerpos reciban la cantidad adecuada a diario. Afortunadamente, pasar solo diez minutos al aire libre puede permitir que una persona tenga su dosis diaria de vitamina D, recibiéndola directamente a través de su piel. Y para esto, la playa es excelente.

4. Mejora la capacidad de combatir infecciones. Muchas personas han experimentado un cierto dolor cuando una herida abierta se expone al agua salada. Afortunadamente, ese dolor es una señal de que se está limpiando la herida. El agua salada tiene propiedades antibacterianas y antifúngicas únicas que la hacen excelente para infecciones externas, y también ayuda a las internas. El yodo en el agua de mar es un fantástico refuerzo del sistema inmunológico. No solo es altamente antiséptico (se usa en hospitales y cirugías de forma habitual), sino que ayuda a mejorar la función de la glándula tiroides, que a su vez aumenta la función de nuestro sistema inmunológico.

5. Se hace mucho ejercicio. La playa ofrece un sinfín de oportunidades para hacer ejercicio. Ya sea que se esté buscando perder peso, mantenerse en forma o incluso deshacerse de un poco de energía acumulada, el mejor lugar para hacerlo es este, y ofrece abundantes posibilidades. Se puede entrar en el agua y surfear o nadar, jugar con palas, construir castillos de arena con los niños, y desde luego pasear, actividad tan común en las orillas como beneficiosa. Sorprendentemente, caminar sobre la arena es bastante difícil y se utiliza más músculos que al hacerlo sobre el pavimento normal, incluso más que quitándose los zapatos y caminando con los pies descalzos. Además, si disfrutas de la natación, te alegrará saber que flotar en el agua ayuda a empujar la sangre hacia el corazón y lleva más oxígeno al cerebro, lo que mejora el estado de alerta y los niveles de actividad.

6. Un tratamiento de belleza para la piel. La playa tiene un efecto positivo en la apariencia de la piel, y no solo por el bonito bronceado. Cantidades moderadas de sol pueden ayudar con varios problemas de la piel, incluida la psoriasis crónica. El agua de mar, además, puede ayudar a algunas afecciones como la dermatitis, una erupción alérgica. No se trata de hornearse al sol hasta que se esté torrado, lo que puede ser peligroso si no se usa un protector adecuado, sino de resaltar las propiedades antibacterianas y de desintoxicación de la playa. Exfoliar: La arena hace un trabajo maravilloso exfoliando nuestros pies, manos y cuerpo. Nada elimina las células muertas de la piel como lo hacen los arenales. Desintoxicar: Una vez que el cálido sol abre nuestros poros, el agua salada puede entrar y extraer las toxinas, eliminando las manchas, la piel desigual o el exceso de grasa. Antibacteriano: El yodo y la sal del agua trabajan para destruir por completo las bacterias y hongos en la piel.

7. Se pueden reducir la inflamación y el dolor. Los ejercicios acuáticos son, con mucho, la actividad aeróbica más fácil para los ancianos, las personas con dolor en las articulaciones como artritis o las que han sufrido cirugía recientemente. Esto se debe a que el agua ofrece una gran resistencia sin ningún impacto, y en realidad reduce el peso de una persona sumergida en alrededor del noventa por ciento.

8. Se respira mejor. La inclinación natural a inhalar profundamente cuando se llega a la playa es en realidad una respuesta automática a la calidad del aire. Las personas con asma o dificultades respiratorias encontrarán que es mucho más fácil respirar cuando están en la playa que en cualquier otro lugar. Esto se debe a que los músculos del pecho que rodean los pulmones no solo se relajan en la playa, sino que el aire en sí está cargado de iones negativos que aumentan la absorción de oxígeno por parte de los pulmones. Los iones negativos también pueden ayudar a equilibrar los niveles de serotonina, impactando positivamente el estado de ánimo y los niveles de estrés

9. Aumenta los niveles de yodo. El yodo es en realidad un suplemento que las personas toman debido a sus múltiples beneficios para la salud del cuerpo. Tener niveles adecuados de yodo en el organismo asegura que los niveles de energía y las tasas metabólicas sean óptimos, que el crecimiento del cabello y las uñas esté en su punto máximo y que los niveles hormonales estén regulados. Sorprendentemente, el yodo también se toma por sus propiedades anticancerígenas y por el hecho de que puede ayudar a reducir los síntomas de la enfermedad fibroquística. El yodo está naturalmente presente en el agua debido a los organismos vivos que contiene. Si bien no es posible decir la cantidad exacta que contiene, este suplemento esencial se absorbe a través de la piel cuando se nada.

10. Favorece las relaciones sociales. Será porque la playa huele a verano, el verano invita a divertirse, y la diversión, en líneas generales, consiste en buena medida en compartir con los demás, pero lo cierto es que la playa favorece las relaciones sociales, tan necesarias para una buena salud mental. Los niveles de relax que proporciona estimulan el acercamiento a los otros y son un magnífico acicate para conocer a nuevas personas y, por lo tanto, para disfrutar de nuevas experiencias que acarrearán un estado mental satisfactorio.