UNO de cada cinco pedidos que recibe Kia tiene como protagonista al Stonic. Este SUV escueto es el tercer modelo más solicitado de la gama, a poca distancia de los Ceed/XCeed y del Sportage, que atraen al 23% y al 21% de la clientela, respectivamente. Ese peso específico justifica el mimo que la marca ha puesto en la renovación de un producto que cumple cuatro años en activo. La evolución depara un maquillaje más expresivo, sobre todo en la interpretación GT Line, además de progresos en el ámbito de la tecnología y reajustes en la oferta motriz. Desaparecen de ella las variantes diésel para hacer sitio a bloques gasolina con hibridación ligera a 48V, distinguidos con la etiqueta medioambiental ‘Eco’. El renovado Stonic cuesta, en números redondos, entre 16.000 y 24.000 euros, horquilla que el descuento por financiación rebaja en casi tres mil euros.

La puesta al día modifica de manera sutil el aspecto del modelo, pero no su identidad ni sus proporciones. Un ojo bien entrenado detectará cambios externos (dibujo de llantas o alojamiento de faros). Los internos son más evidentes: panel informativo en el cuadro de instrumentos, pantalla táctil de navegador de 20 cm, volante, botón de modos de conducción, etc. El vistoso acabado GT Line procura una puesta en escena más expresiva y jovial, con posibilidad de combinar dos tonos de pintura, y detalles de color en un frontal de diseño específico (parrilla, paragolpes, tomas de aire y LED diurnos son exclusivos).

Kia asigna al Stonic tres definiciones de producto escalonadas, que mejoran paulatinamente la sensación de calidad. En todas ellas están disponibles los últimos avances en conectividad. También tienen acceso a un menú de ayudas a la conducción más extenso. El modelo contaba ya con sistema de arranque en pendiente, cambio de luces automático, detector de fatiga, asistencia de mantenimiento en el carril y alerta de obstáculos en el ángulo ciego. Ahora engrosa la lista con nuevos recursos: asistentes de frenada de emergencia (detecta vehículos viandantes y ciclistas) y de seguimiento de trayectoria, control de crucero adaptativo, estacionamiento autónomo y sistema anticolisión en salidas marcha atrás.

El reparto motriz se simplifica con la renuncia al gasoil. Desaparecen, por tanto, las variantes CRDi (110 y 136 CV) presentes en la remesa anterior. La oferta actual se limita a tres propulsores de gasolina. El básico es el cuatro cilindros 1.2 DPI, de 84 CV. A continuación, aparecen las dos interpretaciones del bloque tricilíndrico 1.0 T-Gdi, una con 100 CV y otra de 120. Ambas cuentan con tecnología de hibridación ligera, en la que un pequeño motor eléctrico adicional y una batería de 48V prestan apoyo al principal a la hora de arrancar, recuperar energía y acelerar puntualmente. La aportación de este sistema reduce consumos y emisiones lo bastante como para merecer la etiqueta ‘Eco’.

El EV6 cambia la perspectiva Kia abre el libro de reservas del EV6, el innovador crossover eléctrico que lanzará al mercado en septiembre. Es su primer producto concebido y fabricado expresamente para funcionar a pilas. A su esbelta y audaz estampa, este modelo de 4,68 metros añade el aliciente de un sistema de impulsión con una amplia variedad de fórmulas (170, 229, 325 y 585 CV), una autonomía máxima de 510 km y una rápida capacidad de reabastecimiento. El EV6 va a costar al menos 47.000 euros, sin contabilizar subvenciones.

La firma surcoreana aspira a cambiar con este producto la perspectiva que el público tiene de los vehículos eléctricos. El próximo candidato muestra distintas caras. Propondrá alternativas preparadas para asumir cometidos cotidianos y otras de altas prestaciones. La más sencilla y asequible emplea una batería de 58 kWh y promete 400 km de alcance. Las demás alternativas comparten un acumulador de 77,4 kWh y van incrementando potencia y autonomía. Las más solventes añaden un segundo motor delantero para cambiar propulsión trasera por tracción a las cuatro ruedas. La versión estelar, con 585 CV, acredita un poder para acelerar de 0 a 100 km/h en 3,5 segundos.