-La seguridad es una de las principales motivaciones a la hora de elegir un coche nuevo. Así lo indican las encuestas. Luego, en el momento de cerrar la operación de compra, esta prioridad acaba cediendo protagonismo a otros factores, algunos importantes, como el precio, y otros quizá no tanto, como la estética o la fecha de entrega. En cualquier caso, si usted se encuentra en la tesitura de estrenar vehículo, quizá le interese conocer cuáles de los modelos recién llegados brindan mayor protección. Este es el top ten más reciente elaborado por EuroNCAP.

Este organismo independiente se encarga de verificar periódicamente el grado de seguridad que ofrecen los distintos automóviles que se van incorporando al mercado. Los valora con estrellas: cinco equivalen al sobresaliente; menos supone hoy un fracaso para el fabricante.

EuroNCAP somete a cada nuevo modelo a una batería de pruebas reales, diseñada para simular en el laboratorio los accidentes de circulación más frecuentes. La finalidad del tal maltrato es averiguar tanto la consistencia del vehículo como su capacidad para salvaguardar a quienes viajan a bordo o pueden verse involucrados en un hipotético siniestro.

Realiza con vehículos de serie, idénticos a los que vende cualquier concesionario, choques experimentales controlados para calibrar con rigor los resultados. Estos crash test son una suerte de mecánica forense que evidencia fortalezas y, si es el caso, carencias de los automóviles debutantes.

Para valorar la protección, las personas (ocupantes adultos y niños, ciclistas y peatones) son sustituidas por dummies, maniquís de distintas tallas repletos de sensores. El examen investiga el comportamiento del vehículo y las posibles secuelas físicas del accidente tras replicar impactos frontales y laterales contra obstáculos fijos y en movimiento (a 60 km/h), situaciones que en la vida real generan altos índices de mortalidad y lesiones. También estudia las consecuencias de colisiones por alcance trasero, así como las facilidades de rescate y extracción de ocupantes en caso de percance. La institución comprueba la presencia y eficacia de sistemas de detección de viandantes y ciclistas para evitar el atropello. Asimismo, constata si diseño del coche mitiga el riesgo de lesiones en un arrollamiento.

Un último capítulo del análisis se dedica a valorar la disponibilidad y aportación de medios de asistencia a la conducción: dispositivos de frenado autónomo, sistemas de control de la atención del conductor, limitadores y reguladores de distancia de seguridad y de velocidad, asistentes de vigilancia de trayectoria y carril, etc.