Su trayectoria profesional en el mundo del automóvil ha llevado a Idoia Rodríguez a desempeñar cargos de responsabilidad en áreas de administración y gestión comercial. Ahora se incorpora al principal grupo de automoción de Bizkaia para desarrollar nuevos proyectos estratégicos.

¿Qué puede contar de esos proyectos?

—Son, fundamentalmente, dos. Por un lado, lanzamos la marca DFSK. Por otro, damos nuevas soluciones de movilidad urbana a través de la marca Invicta Electric, que ofrece propuestas dirigidas a todo tipo de personas. Se dirige tanto a jóvenes de 16 años que viven en pueblos sin grandes infraestructuras de transporte público como a personas mayores que ya no se atreven a conducir un coche convencional pero sí un pequeño vehículo eléctrico para desplazamientos cortos. Propone vehículos que se conducen con y sin carnet.

¿Hablamos de motos y coches con impulsión eléctrica?

—Motos y coches que pueden sustituir a los turismos y a las motos convencionales. En escúter, hablamos de una gama que, dependiendo del modelo, llega ofrecer hasta 200 km de autonomía, con una velocidad máxima de 120 km/h. Lleva batería extraíble, para que puedas recargarla en el enchufe de casa. Tienes modelos desde dos mil euros, es el caso de la DTR, que se puede conducir sin permiso a partir de los 16, limitada a 45 km/h. Hay muy pocas en el mercado que puedan igualarse, por precio y autonomía. Luego están los coches (Eidola, Epica y D2S), con autonomías entre 120 y 250 km. El que se conduce sin carnet, disponible por ocho mil euros, está limitado a 45 km/h; los otros alcanzan 80 y 120 km/h.

Invicta Electric también oferta vehículos comerciales

—Los modelos Eidola, Pickup o Van, y Metro. Son vehículos apropiados para profesionales autónomos y flotas de empresas que desarrollan actividades de ‘último kilómetro’ en escenarios urbanos. Adoptan muchas configuraciones y admiten hasta 500 kg. Ofrecen 160 km de autonomía, tienen precios asequibles y costes de utilización y mantenimiento muy bajos.

Son las ventajas de una tecnología eléctrica poco compleja, pero que les habrá obligado a formar a su equipo de posventa.

—Los clientes cuentan con la garantía del competente y experimentado servicio de posventa del grupo MEURI, con profesionales e instalaciones para dar el soporte necesario en el momento preciso. De todas formas, los eléctricos de Invicta exigen un mantenimiento mínimo. Y quien se decida por DFSK no visitará mucho el servicio. Son coches de calidad, que no dan problemas porque incorporan tecnología muy testada. Y vienen con un equipamiento de serie que en una marca generalista supondría un coste adicional de seis mil euros. Además, pueden adaptarse a GLP, lo que da un 100% más de autonomía y proporciona etiqueta Eco. En uno o dos años, sólo se entrará a una gran urbe con esta etiqueta. Estamos vendiendo futuro.

La evolución de la situación sanitaria provoca la revisión a la baja de las previsiones económicas, que vaticinaban un leve crecimiento. ¿Lo acusará el automóvil?

—No es una crisis económica, bancaria, sino sanitaria. Estoy segura de que vamos a salir también de esta ola. Creo, sin ninguna duda que, como sucedió en 2020, este año nos vamos a recuperar, y con más fuerza: tenemos vacunas. Solo espero que no haya una cuarta o quinta ola. No podemos volver a parar la actividad, porque costaría mucho más arrancarla.