KIA abraza la fe en la electricidad con el fervor de los conversos y lanza al mercado su segundo modelo de este tipo, el e-Soul. Además de deparar los habituales ajustes estéticos, la tercera generación de este peculiar crossover renuncia a quemar derivados del petróleo y propone únicamente motorizaciones cero emisiones. Emula al e-Niro, el otro modelo 100% eléctrico de la casa, planteando dos niveles de rendimiento. La versión más sosegada aporta 136 CV, puede rodar hasta 276 kilómetros y cuesta al menos 36.225 euros; una batería más solvente (con 64 kWh en vez de 39,2) confiere una autonomía teórica de 452 km a la variante de 204 CV, que reclama un desembolso mínimo de 42.725 euros.

La firma de cuna surcoreana y cama europea está empeñada en liderar la movilidad sostenible, afán que le ha permitido tomar la delantera a algunas marcas Premium y, desde luego, a casi todas sus rivales generalistas. Kia dio el primer paso en 2016, cuando tomó la arriesgada decisión de lanzar un producto de moda como el Niro animado solamente con motorización híbrida. Este mismo año ha presentado la variante 100% eléctrica de dicho modelo, cuyo sistema de propulsión comparte la nueva entrega de e-Soul. Además, no hay que descartar la posibilidad de que el XCeed, la próxima estrella de la familia, incorpore en el futuro alguna variante con impulsión puramente eléctrica.

La mayor aportación de los dos nuevos lanzamientos, e-Niro y e-Soul, es su autonomía extendida, que ya comienza a ser equiparable a la de los modelos tradicionales con motor de combustión interna. Si el desarrollo de la red de recarga progresa a ese mismo ritmo, los eléctricos como estos dos Kia comenzarán a amortizar sus elevados precios y se convertirán en alternativas factibles a los automóviles convencionales.

Y es que las diferencias de prestaciones se van diluyendo. A diferencia de sus antepasados no tan remotos, los modelos contemporáneos son coches con todas las de la ley y no electrodomésticos con ruedas. Así que su comportamiento dinámico no desmerece en absoluto de los diésel o gasolina semejantes.

En el caso del e-Soul, el notable sobrepeso de las baterías, instaladas en el piso para favorecer la estabilidad, queda compensado por el alto par motor de sus mecánicas. El efecto se acusa especialmente en la variante más potente (204 CV), de largo alcance (452 km), capaz de marcar una aceleración 0-100 km/h en 7,9 segundos y de rodar a un máximo de 167 km/h. La versión de 136 CV, con 276 km de autonomía, presenta registros algo más comedidos: alcanza 157 km/h de punta y progresa hasta 100 km/h en 9,9 segundos.

El e-Soul permite, además, jugar con el sistema de frenada regenerativa y seleccionar por medio de las leves del volante uno de los cinco niveles de recuperación de energía cinética disponibles. En el más intrusivo la retención al decelerar es tal que a menudo ahorra tener que pisar el freno.

Asimismo, el modelo dispone de selector de modo de conducción (Drive Mode Select), dispositivo que adapta las reacciones del vehículo a las preferencias de quien lo maneja o al estado de la vía. Las modalidades propuestas (Normal, Eco, Eco+ y Sport) fluctúan entre los dos estilos extremos: máxima eficiencia energética y prestaciones puras.

Por lo que se refiere al reabastecimiento de las baterías, Kia pertrecha a las dos variantes del e-Soul con un sistema combinado de carga rápida con corriente continua (Combined Charging System CCS), que posibilita paradas más cortas. Utilizando un cargador rápido con corriente continua de 100 kW, ambas baterías pueden reponer desde el 20% hasta el 80% de su capacidad en solo 42 minutos de conexión.