Son mejores las naturales y se notan menos que las sintéticas - Mentira

Muchas veces emparejamos el material de la peluca con la proyección -natural con naturales y sintética con no naturales-, y ahí empieza el error. La pelucas no son ni mejores ni peores por ser naturales o de fibra; se trata de materiales completamente diferentes para cumplir el objetivo del cliente. Actualmente podemos encontrar pelucas de fibra sintética con una textura y un movimiento similares al del pelo natural, siendo prácticamente iguales a primera vista. También debemos pensar que la elección de una peluca natural o sintética dependerá del estilo de vida y las circunstancias personales de cada uno, ya que no es lo mismo una peluca oncológica que una pensada para una alopecia crónica o irreversible. Incluso la elección puede ser por una cuestión de cambio en la estética.

Dos ejemplos de pelucas para hombre y mujer.

La peluca no sale volando si hace viento - Verdad

Quizás los memes o vídeos graciosos donde hayamos visto una peluca que sale volando con el viento sean los culpables de este mito. Pensemos que eso es algo puntual por una mala colocación o adherencia de la misma, algo similar a esos vídeos de humor donde alguien se cae bajando una escaleras con tacones, y no por eso tenemos miedo a utilizarlos. La peluca no sale volando si hace viento. Esto no quiere decir que no pueda ocurrir, pero no es lo habitual. Si la peluca que has elegido o te ha aconsejado un profesional es de tu talla, no se va a caer. Además, las hay con Dermafix, un sistema que consigue una fijación firme sin sensación de compresión en la cabeza.

Se nota mucho cuando alguien lleva peluca - Mentira

Hoy en día las pelucas son indetectables si se trabajan bien. Una peluca, sea natural o sintética, pasa desapercibida si el asesoramiento y la ejecución del corte son los correctos. Cortar una peluca no es igual que cortar el pelo natural, y si el profesional valora el cosido, la cantidad y la dirección del pelo junto a una técnica de corte especializada, el resultado será perfecto. Para que lo entendamos mejor, en el mundo del cine se utiliza mucha peluca y no somos capaces de apreciarlas; tan solo se nota que el cabello no es el mismo cuándo hacemos una comparativa del anterior.

Unas pelucas dan más calor que otras - Verdad

Debemos dejar claro las pelucas no dan más calor del que nos puede dar nuestro cabello natural. Independientemente de si utilizamos una peluca natural o sintética, debemos saber que si la densidad de la peluca, la longitud y la calidad de los materiales son los idóneos, no aportará más calor que el cabello natural. Ahora bien, si la base no transpira correctamente, la fibra no es de buena calidad o la cantidad y longitud del pelo es excesiva, sí se puede notar una mayor sensación térmica.

Cuanto más cara es la peluca menos se nota - Mentira

Está claro que nadie da duros a cuatro pesetas. Normalmente, una peluca de calidad tiene un coste superior, pero eso no quiere decir que necesariamente las cosas de mayor precio sean las mejores. Además, no todo el mundo precisa de la misma calidad o de la misma durabilidad. Debe ser un profesional quien asesore y adapte la peluca a las necesidades de cada cliente, e independientemente del coste, ninguna se debe notar. Con las pelucas pasa algo similar a lo que sucede con la ropa: no tienes por qué gastarte muchísimo dinero para ir a la moda, pero si quieres que te dure más tiempo, quizás tengas que valorarlo.

Al principio notas que la llevas - Verdad

Esta es una verdad, pero solo ocurre al principio, las primeras horas o días. Pensemos que nos hemos puesto en la cabeza algo que no estamos acostumbrados a sentir -y es lógico sentir la peluca-, pero esa sensación pasa rápidamente. Para que lo entendamos mejor, ocurre lo mismo cuando a una persona le ponen gafas por primera vez: al principio las nota sobre la nariz, o si se las pone en la cabeza (claro que siente que las lleva), pero enseguida se olvida de ellas, hasta el punto de no acordarse o de buscarlas en ocasiones por toda la casa sin percatarse de que las tiene encima. Con la peluca pasa lo mismo: al principio se nota pero en poco tiempo se adapta.

Son difíciles de mantener - Mentira

Está claro que las pelucas hay que cuidarlas, al igual que nuestro propio cabello. Si no lo cuidamos en casa, las puntas se abren, pierde brillo, se encrespa o rompe€ y periódicamente vamos a la peluquería para sanearlo y recuperar su resplandor. Con la peluca sucede lo mismo, en casa hay que lavarla con productos específicos y cuidarla según lo que aconseje un profesional, y periódicamente hay que acudir a la peluquería para recuperar su naturalidad.