Las operaciones estéticas están a la orden del día y hoy no sorprende que cualquiera con recursos se retoque una parte (o más) de su cuerpo que no le guste o incluso invierta su dinero en parecerse a su ídolo.

Lo de Anthony Loffredo, francés afincado en Barcelona, ya no son retoques, lo suyo va mil veces más allá. Su objetivo es convertirse en un alien negro y asegura que ya ha completado el 34% de su transformación. Viendo su aspecto, en el que ya apenas se reconoce una figura humana, uno se plantea qué le puede quedar por hacerse para completar el 66% restante.

Este hombre de 33 años, que hasta los 24 era un joven de apariencia normal, como se puede ver en alguna foto de su cuenta de Instagram (The Black Alien Project, en la que tiene 751.000 seguidores), abandonó su trabajo de guardia de seguridad para iniciar uno de los retos más incalificables que se hayan podido ver.

Así, en su aspecto actual, que realmente da miedo, tiene todo el cuerpo tatuado (incluso el blanco de los ojos), se ha quitado las orejas y la nariz, se ha colocado implantes dentro de la piel de la cabeza y la cara, donde también lleva piercings, se ha partido la lengua en dos y en los últimos días ha viajado a México para someterse a una de las cirugías que más le apetecía: se ha amputado los dedos meñique y anular de la mano izquierda, y hará lo mismo con la mano derecha. El objetivo es que parezca tener una garra con tres dedos, con la que se ha representado tradicionalmente a los extraterrestres.

Pese a que muchos de los comentarios que recibe Loffredo en las redes son de asco o reprobación, y numerosos seguidores se lamentan de cómo ha convertido un cuerpo agradable en un monstruo, el francés asegura que no va a parar de transformarse hasta la muerte.