eeuu - La Escuela Secundaria de Fruitport, Michigan (EEUU), ha sido diseñada con el objetivo expreso de minimizar el número de víctimas ante el eventual ataque de un pistolero o pistoleros, asumiendo que, tarde o temprano, va a suceder un incidente con armas de fuego. El despacho de arquitectos Tower Pinkster está detrás de este nuevo diseño de instituto antitiroteos en el que se han invertido 48 millones de dólares (unos 44 millones de euros) y entrará en funcionamiento este curso. En el recorrido virtual que ha creado la empresa puede apreciarse cómo se accede al centro educativo a través de un gran atrio, en el que se distribuyen las taquillas de los estudiantes. Esta distribución permite que el tirador o los tiradores sean vistos por los estudiantes y éstos puedan refugiarse tras las taquillas cuando empiece la balacera. En los institutos tradicionales, las taquillas suelen estar ubicadas en largos pasillos, ideales para perpetrar matanzas con un subfusil de asalto. La escuela está diseñada en base a cinco segmentos que pueden aislarse mediante un “botón de pánico”, de forma que el francotirador solo puede masacrar a los estudiantes que hayan quedado encerrados en el área correspondiente, en tanto el resto de las zonas permanece a salvo. Las aulas y las distintas áreas están divididas por cristales antibalas, lo que permite avistar la llegada del atacante o los atacantes y tomar las precauciones necesarias. 2018 fue un año récord para los tiroteos masivos en colegios de Estados Unidos: 94 incidentes, uno cada cuatro días, en los que murieron 55 personas, entre alumnos, profesores y pistoleros.