las vidas de los jóvenes Diego Sorarrain y Ane Miren Uriarte, gasteiztarras, y de Haira Rivero, natural de la localidad guipuzcoana de Usurbil han cambiado radicalmente en los meses recientes. Aunque ninguno de los tres ha cumplido los 25 años, pueden presumir ya de sendas experiencias vitales y profesionales que no suelen estar al alcance de cualquiera, pero que ellos sí han podido satisfacer gracias a las becas de movilidad Global Training. Este programa impulsado por la agencia vasca de desarrollo empresarial (SPRI), una parte de cuya gestión asumen la asociación de centros públicos de FP de Euskadi (Ikaslan) y la asociación de fabricantes de máquina herramienta (AFM), concederá este año -al igual que en 2018- un total de 60 becas para graduados en FP y universitarios, dotadas con 1.400 euros al mes, que ofrecen la posibilidad de trabajar entre seis meses y un año en empresas de distintos países europeos, americanos o asiáticos.

Haira acaba de completar una “enriquecedora” experiencia en Lima, la capital de Perú, tras graduarse en Gasteiz en Diseño de interiores. Diego ha hecho lo propio en Santiago de Chile, trabajando y aprendiendo en tres restaurantes de primer nivel como técnico superior en Dirección de cocina, mientras Ane Miren todavía se encuentra en Florencia tras finalizar su plan de trabajo en la oficina de turismo de la localidad italiana.

El plazo para optar al nuevo programa de becas, dirigidas a muy distintos perfiles, ya está abierto. “Esta experiencia les aporta muchísimas cosas, no solo a nivel profesional, sino personal. Es un lapso en sus vidas que no supone nada de tiempo, que les va a dar mucho y que les va abrir la mente”, resume Sergio Fidalgo, responsable de Ikaslan Mobility. Los jóvenes, que se han animado a compartir sus experiencia lo corroboran. “Siempre me ha gustado viajar, pero cuando vives y trabajas en un país es cuando conoces de verdad el día a día de ese sitio”. Habla Haira, que tras finalizar su beca en Perú tiene muy claro que volvería a repetir experiencia. Un tutor de la escuela de arte y superior de Diseño de Zaramaga donde se formó puso en su día a esta joven sobre la pista de las becas Global Training, que en un principio parecían reservarle un hueco en Bali (Indonesia). La iniciativa no cuajó pero, a cambio, cruzó el Atlántico rumbo a Perú. Además de formarse, Haira ha tenido la oportunidad de viajar por Sudamérica y multiplicar su experiencia.

de chile al akelarre Diego, que se considera “un culo inquieto”, también ha aprovechado su estancia en Chile no solo para aprender, sino para conocer numerosos rincones del continente americano como la Patagonia. Este joven formado en la escuela de Mendizorrotza estaba trabajando en Gasteiz cuando surgió la oportunidad de hacer las maletas y cambiar de vida, y ahora reconoce que la experiencia ha sido “increíble”. Durante siete meses, ha trabajado en tres restaurantes. “Quería maximizar la experiencia y sacar todo de cada uno de los sitios donde he estado”, reconoce Diego, que actualmente sigue dibujando su presente laboral en las cocinas del prestigioso restaurante Akelarre, de Pedro Subijana.

Ane Miren, la tercera protagonista de esta historia, responde al teléfono desde la bella Florencia, donde ha completado una experiencia laboral que le ha servido “para crecer” e independizarse “totalmente”, gracias en parte a la buena dotación económica que contemplan las becas Global Training. Reconoce esta joven que el trabajo le ha gustado mucho. “He aprendido un montón”, apunta orgullosa.