Ibai Llanos es el 'streamer' por excelencia, cada día acumula más y más seguidores y triunfa en la conocida plataforma demostrando que no solo los videojuegos son para Twitch, sino que esta red social admite muchos otros temas y él parece dispuesto a tocarlos todos.

No es raro ver a Ibai charlando sobre diferentes temas y anécdotas en su canal y además también ha revolucionado la plataforma con programas y eventos ideados por él como 'La gran velada' o 'Disaster Chef'.

UN GRAN DESEO

En una de sus últimas charlas con sus seguidores, Llanos ha desvelado una nueva inquietud que tiene mucho que ver con los viajes, pero también con el contenido que ofrece a sus 'followers'.

El vasco ha confesado que uno de sus grandes deseos es visitar Japón: "Quiero ir a Japón en algún momento de mi vida. Pero no de vacaciones, de descanso, sino a crear contenido. Haría streaming todos los días", confesaba Ibai, antes de explicar que hay destinos que para él significan relax y otros que lo motivan a crear y trabajar cada día.

"Para mí, descanso significa las Maldivas, Honolulu o Punta Cana. O mi casa, por ejemplo. Pero a Japón iría a crear contenido, iría a hacer directos, puede ser brutal. Imaginad que voy con El Xokas e Illo Juan. Creo que sería de las mejores épocas de creación de contenido del año. Os lo digo totalmente en serio", comentaba el 'streamer' dejando patente la ilusión que le haría poder cumplir su deseo.

UNA 'ODISEA' EN COREA DEL SUR

Aprovechando que estaba hablando de viajes al continente asiático, Ibai Llanos quiso confesar algunas anécdotas de la visita que hizo a Corea del Sur en el 2018.

El vasco comentó que le sorprendió mucho la cultura del país y que alucinó con la forma de vida allí.

"Yo cada día flipaba. Me iba por la calle y veía carteles de BTS. Los edificios eran muy altos. Una vez se estamparon dos ferraris. Vimos a un hombre disfrazado de Doraemon...", y también descubrieron que se puede comprar a cualquier hora: "Puedes comprar ropa a las cuatro de la mañana, te puedes comprar una sudadera en un centro comercial, pero tan tranquilo. Vi niños un lunes de madrugada comiendo. Todo está abierto las 24 horas. Igual te vas a un pueblo y no hay nada abierto. Es como estar en Callao, en Madrid".

Sin embargo, no todo fue tan bonito durante el viaje, moverse para ir de un lugar a otro se convirtió en un infierno para Ibai que no tenía ni internet y además lo habían invitado a un restaurante, pero tan solo contaba con una fotografía para encontrar el lugar.

"Un trayecto de 10 minutos, tardamos dos horas y media en llegar. Pero es que no eran ni 10 minutos, porque el taxista nos había dejado en la puerta del bar", explicó, dando a entender que no se fiaba mucho del buen hacer del conductor del taxi, aunque este lo había llevado exactamente al lugar al que quería ir.