bilbao- El actor sevillano admite un papel en el que para unos es de los buenos y para otros un villano, un expolicía que no pudo demostrar lo que había descubierto y por lo que fue expulsado. Vicente Romero está considerado con uno de los mejores intérpretes secundarios, aunque también ha tenido sus momentos de protagonismos. Entre sus personajes, el que asumió en la TV movie de Zambrano, Padre coraje.

Vuelve a ser policía, parece que va a ser su profesión de futuro en la televisión.

-Ja, ja, ja? Es verdad, bueno, expolicía e investigador privado. De nuevo, me han pasado al otro lado de la ley. Después de haber interpretado a yanquis, asesinos y gente de mal vivir, vuelvo a estar en el lado de lo legal, pero con matices.

¿En qué lado de la ley se siente más cómodo, entre los malos o entre los buenos?

-A veces los malos no lo son tanto y los buenos tampoco son lo que parecen?

Hombre, un asesino?

-Nunca hay que matar, pero a veces hay razones que llevan a una persona decente a convertirse en asesino. Me siento cómodo cuando se me presenta la posibilidad de interpretar en el mismo año, por poner un plazo y en distintos medios, varios personajes diferentes. He disfrutado mucho haciendo mi personaje en Malaka.

¿Ha podido hacer varios personajes recientemente?

-Sí, de poli en Malaka, pero en la película de Paco Cabezas que se estrena ahora, Adiós, interpreto a Andrés, un personaje que inicia una venganza; es un personaje bastante marginal. En la película que he hecho con Benito Zambrano también hay una lectura distinta, me convierto en un criminal y soy bastante mala persona. Cuando tengo entre manos varios personajes diferentes es cuando más cómodo me siento.

Siempre se le ha visto como un hombre de teatro.

-En principio lo fui. Pero digamos que llevo un tiempo volcado en el audiovisual. Justamente hoy, poco antes de hablar contigo, me han llamado para ver si digo sí a una función de teatro y lo estoy pensando.

¿Le cuesta decidirse?

-Cada vez soy más raro para escoger cosas de teatro. Me encanta, pero supone un gran derroche de energía y tienes que compaginarlo con algo de tele o de cine.

Una cuestión económica, de supervivencia, supongo.

-El teatro sigue estando bastante mal pagado en comparación con la televisión y el cine. Y mira que estos dos medios empiezan a estar cada vez más abaratados, no es lo que eran. Pero yo vivo de esto y me tengo que amoldar.

¿Cómo es su personaje en ‘Malaka’?

-Un expolicía, ha dejado la policía muy a su pesar. Tiene un sentimiento profundo de malestar y rabia por la injusticia de haber descubierto algo y no poder demostrarlo. Ha sido expulsado por ello de la policía y tiene una gran frustración.

¿Un personaje negativo?

-A la fuerza. Se convierte en negativo porque le han destrozado la vida al no creerlo y empieza por destrozar a su familia, se da a la bebida y empieza convertirse en alcohólico. Pero él es un hombre muy honrado, es un policía nato, ha nacido para ello. Es un hombre que tiene la justicia como bandera y no puede entender qué es lo que le está ocurriendo.

Se va a la investigación privada. ¿No se acerca eso a la labor policiaca?

-No. Es muy diferente, al él no le gusta investigar sobre cuernos y estafas. El prefiere hacer investigaciones sobre delitos de verdad, quiere que se haga justicia y que las víctimas no se queden solas.

Su personaje lleva el mismo apellido que usted.

-Ya ves, en Malaka soy Quino Romero, Joaquín Romero. Me ha resultado muy curioso.

Quizá estaba predestinado para hacer este papel.

-Puede ser. Vete a saber, me gusta que mi personaje lleve también esa parte de mí.

¿Le había pasado alguna vez?

-No. Nunca hasta ahora, no había hecho personajes que se llamaran Vicente o se apellidaran Romero. Este Quino Romero se ha convertido ya en alguien de mi familia.

¿Cuántos años ya viviendo de la profesión?

-¿Viviendo o actuando? Porque viviendo, viviendo? Con 19 años creé mi propia compañía de teatro, trabajo de forma profesional desde los 26 años, pero vivo de la interpretación desde que hice Padre coraje.

Pero antes había hecho ya más historias en los tres medios.

-Pero es esta TV movie la que hace que se me abran las puertas y empiece a acceder a castings. De todas formas, fue un recorrido largo. Después de Padre coraje comencé a trabajar más, pero con cosas muy pequeñitas. Hice capitulares en El comisario, Periodistas, Policías.

¿Por dónde hubiera tirado de no haber sido actor?

-No lo sé. Creo que nunca he pensado en otra cosa. Después de los años, creo que me puedo considerar actor, artista. Me atraen muchas cosas, pero no sé a cuál de ellas me dedicaría de no ser actor. Mi profesión es la que es y estoy muy a gusto.

¿Qué le da esta profesión?

-Me permite vivir, no es una profesión para forrarte. Creo que nadie piensa en ejercer de algo para hacerse millonario?

No crea, muchos sí, y algunos lo consiguen.

-Ja, ja, ja? Pero trabajando honradamente es difícil. Está profesión me da la oportunidad de expresarme artísticamente y también de expresarme personalmente. Nunca me planteé ser algo distinto. Mi forma de ser es tranquila y siempre he dejado que vengan las cosas por sí mismas y las he cogido cuando me han gustado. No me define el hecho de ser actor. Lo que no sé es que terminaré siendo al final de mi vida.

¿Se expresa en cada trabajo que hace?

-No sé qué decirte. Cuando esto se convierte en profesión no siempre puedes expresar aquello que quieres, no tienes esa libertad. Pero es mi profesión y estoy muy a gusto con los trabajos que hago.

Para expresarse más libremente está el teatro, ¿no cree?

-Sí, pero también va a depender de los personajes que tú interpretes.

¿Ha tenido parones en su vida?

-Bastantes y algunos muy largos, muy desesperantes?

¿Imposibles de llevar con resignación o con humor?

-Con resignación sí, qué remedio te queda. Lo del humor ya es otra historia. Además, te surgen muchas preguntas: ¿Por qué me ha tocado a mí? ¿Qué estoy haciendo mal? ¿Cómo puedo hacerlo? ¿Qué tengo que corregir?

Mucho sentimiento de culpa.

-Es que tienes muchas horas para que tu cabeza dé vueltas a todo lo que te ocurre. Te surgen muchas preguntas porque es un oficio inseguro, tu edad va para arriba y no sabes qué va a pasar. Este es un oficio de locos, no tiene una continuidad.

¿Le podía haber ido mejor?

-Eso queremos todos. Pero yo me puedo considerar un privilegiado, hay quien solo hace una peli o dos en su vida, yo estoy dentro de cierta rueda, de cierta visibilidad, estoy en el circuito dando guerra. Al final, siempre sale el sol?

Y no tira la toalla.

-A la edad que tengo, me tengo que pensar lo de tirar la toalla y partir de cero. Creo que hago un trabajo de calidad, me gusta lo que hago, soy un apasionado de este oficio, pero es un oficio de locos, repito. Al final, por algún sitio tiene que sonar la flauta. No me falta ni pasión, ni energía, ni ganas. Pienso que he nacido para esto, que se me da muy bien, no me digas que me lo tengo creído.

No, por supuesto que no se lo tiene creído.

-Lo difícil de esta profesión es que estamos mucha gente, es complicado posicionarse. Mi representante ya me dice: Lo más difícil de este trabajo es mantenerse en él durante toda la vida. Es muy complicado.

Pero le llega para pagar las facturas que pasa la vida a todo el mundo: colegios, luz, agua?

-Sí, aunque hay veces que no. Ya te digo que esto está difícil, no sé cómo está vuestra profesión, la de periodismo?

Mejor no se lo cuento. ¿Qué hace cuando el dinero no llega?

-Pues lo que hace todo el mundo, a veces uno tiene que inventarse la vida. Llego a eso que tú llamas las facturas que pasa la vida con sus más y con sus menos, pero es muy difícil. Yo he pasado situaciones muy apretadas, supongo que les habrá pasado a otros colegas lo mismo.

Imagino que es del grupo de actores ahorradores.

-Ja, ja, ja? Pues no, ya me gustaría. Tengo una familia con dos hijas. No se puede ahorrar, para eso tienes que tener dinero que sobre y no es mi caso. Los precios en cine y en televisión no es lo que se pagaba hace 30 años. Esto se ha convertido en una industria muy grande y cada vez se abaratan más los salarios. Antes hacías una serie y a lo mejor dabas una entrada para un piso. Ahora haces una serie y estas rezando para que haya una segunda temporada. Es muy difícil ahorrar, si tuviera dinero, lo ahorraría. A mí no me gusta tirar el dinero, soy un hombre ahorrativo.

Supongo que la serie que más famoso le hizo fue ‘Con el culo al aire’.

-Realmente, de lo que más se acuerda la gente es de Padre coraje. La que tú dices, tiene la cercanía de que es más reciente. También ocurre lo mismo con Bajo sospecha, muchos recuerdan al inspector Vidal. En su momento, hubo gente que pidió un spin off para Vidal. La que determinó mi carrera, fue Padre coraje.

En ‘Con el culo al aire’ daba vida a un personaje bastante repulsivo.

-Lo era, lo era. Era un personaje de comedia negra, por decirlo de alguna manera, era bastante despreciable.

Nada que ver con usted, supongo.

-Ja, ja, ja? Habrá que preguntar también a mis enemigos.

¿Tiene enemigos?

-Todo el mundo los tiene. Personalmente, no me considero despreciable, me considero muy buena persona, a lo mejor está mal que lo diga yo, pero a veces, soy hasta demasiado buena persona. Aunque siempre habrá gente que puede decir lo contrario. Soy buena gente.