LAS hamburguesas gigantes, con una variedad que alcanza la decena, son el santo y seña de este restaurante informal con larga andadura en Bilbao, frente al Museo Guggenheim, lo que le aporta el plus de unas excepcionales vistas desde su terraza. A su oferta gastronómica, con gran aceptación en las cenas del fin de semana, suman un surtido de veinticinco bocadillos diferentes y diez sandwiches gigantes. Con todo ello llevan más de dos décadas demostrando el éxito ya consolidado del formato XL, del cual fueron los pioneros en Bilbao.

Otra de sus especialidades son las copas bien preparadas, entre las cuales, los destornilladores son el punto fuerte, con su zumo natural. Para los amantes de la cerveza cuentan con veinte referencias, entre cañeros y botellines, sobre todo internacionales. Son la compañía perfecta a su oferta difícilmente superable en cantidad y sin escatimar la calidad, tanto en la carne como en el resto de los productos que componen su carta. A todo ello añaden, para un picoteo previo, las patatas, nachos... y en el postre, sus tartas caseras, del gusto de los más golosos.

Por la noche bajan la luz y el Crazy Horse se transforma en un pub animado con música de rock & roll. Incluso organizan conciertos de vez en cuando.

Ambientado al estilo de un pub americano, tiene una capacidad en el interior para cincuenta comensales y en la terraza cubierta para otras cuarenta personas. Quien lo prefiera tiene también opción de saborear uno de sus variados batidos naturales.

La veteranía y un servicio atento y amable son las claves del éxito de un establecimiento que reúne a una diversidad de público en función del momento del día.