bilbao - Como en su época de portero del Logroñés, Julen Lopetegui quiere seguir viviendo de las palomitas. Se está planteando poner un negocio de este estilo en los cines. “Tengo un contrato con una cadena de salas de toda España, pero Florentino me ha ofrecido ponerla solo en Madrid y ando ahí, con la duda. Me dice la familia que a ver si espabilo. No entiendo los motivos”, narra el exseleccionador.

El que fuera guardameta también del Madrid, Barcelona y del club de Vallecas aguarda -podría ser denominado ahora como aguardameta-, ofertas para entrenar equipos de fútbol de élite después de triunfar en el Oporto y pasar como un rayo (vallecano) por el Bernabéu. Lopetegui (Asteasu, 1966) quiere ponerse a los mandos de un club de la Premier League. “He venido a la Sociedad Bilbaina a tomar unos tés para ir haciendo mi particular pretemporada y acostumbrarme a lo inglés. Solo leo The Times y veo la BBC. Bueno, los domingos pillo el The Sun, que salen unas deportistas muy bien dotadas”, confiesa.

Sentado usted en el bar inglés de la Sociedad Bilbaina, con ese traje de raya diplomática de tres piezas, el bombín en la cabeza y el paraguas colgado del antebrazo parece que acaba de salir de la city londinense.

-Soy muy profesional. Me aclimato a conciencia para el salto al Reino Unido. Ya me he convertido en un experto en comentar partidos de crockett, cricket y dardos; tengo sombrero guapo-guapo y binoculares para acudir a las carreras de caballos; solo mido en yardas, pulgadas, libras y galones; y estuve a punto de matarme la última vez que fui a Asteasu por conducir por el carril contrario. Por cierto, Kate Middleton acudió elegantísima al acto de la Cámara de los Lores. Y pienso votar a favor del Brexit. Estoy empezando a aborrecer el continente, no te digo más.

Ya, pero está usted tomando un txakoli con txistorra.

-El té de las cinco no me ha costado. Pero, chico, la cerveza negra tibia, el bacalao frito con patatas y el cerdo con menta? Que he visto mucho mundo pero soy de aquí, que lo de comer bien no se me ha olvidado. Lo estoy trabajando con unas sesiones de hipnosis y unos parches subcutáneos. Pero va para largo. Al principio me llevaré tuppers de alubias de Tolosa, marmitako y cosas de esas, para ir bajando la dosis poco a poco hasta completar el proceso satisfactoriamente.

¿Añora su positiva temporada en el Oporto?

-Aaahaaa Purtugaall. Aún conservo toallas. Si, hicimos una buena labor en el Oporto. Hay que pensar que soy muy alto y quedo muy bien de pie en la zona técnica. Con este porte, impresiono. Y eso en Portugal hacía su efecto. Aparezco hecho un pincel en los resúmenes de los partidos, flequillo al viento, agitando los brazos, con gesto reflexivo? A los portugueses eso les gusta mucho. Y a los ingleses, también. Mira todo lo que ha durado Arsene Wenger en el Arsenal. En cambio, gente como Mourinho, con ese aire patibulario y carácter agrio, no logra permanecer en los clubes. El saber estar vale mucho. Tampoco soy partidario de montar pataletas cuando me echan, cierra puertas.

Es verdad, ha hecho usted gala de elegancia en ese sentido siempre.

-Con el tiempo, escribiré la autobiografía más sosa de la historia del fútbol. Puede que entre en el Guinnes de los récords. Porque no contaré nada. Los trapos sucios se lavan en el vestuario es mi máxima. Y a mi me ha tenido que traer litros de lejía, cepillo y guantes de goma el utillero. He lavado más trapos sucios en el vestuario que la difunta Tacones, que era la lavandera del Rayo. Grandísima persona, por cierto ¡Lo que sufrió con Hugo Maradona! En fin.

¿A qué se dedica mientras espera ofertas de la Premier?

-Pues me estoy planteando montar un negocio de palomitas. Siempre he sido muy palomitero. Diseño unos puestecicos para poner en la entrada de cines, conciertos, partidos de fútbol, ambulatorios y otros sitios donde hay colas. Palomitas Lopetegui. Y una foto mía volando en la portería para detener un paquete de palomitas. Lo veo redondo.

No se lo discuto. ¿Qué tal su relación con el presidente de la RFEF, el señor Rubiales?

-Muy cordial: ya no tienen que separarnos ni nada los de seguridad de la federación cuando coincidimos. Aprecio mucho al señor Rubiales. Sobre todo aprecio su apellido en una persona sin pelo. Tiene gracia. Le deseo lo mejor.

¿Y con Florentino Pérez?

-¿Te has fijado el tiempazo que hace para ser febrero? Da gusto pasear con este viento sur.

Entiendo. Le agradezco de corazón que no haya dicho “evidentemente”, “fundamentalmente” y “obviamente” en cada respuesta.

-Evidentemente me he contenido fundamentalmente. Obviamente lo estoy trabajando.